«Si me pasa algo ya están todos avisados»: shock en Argentina después de que un empresario influencer aparezca descuartizado
El hombre, conocido como 'Lechuga', vivía de la compraventa de coches de lujo y mostraba sus éxitos en los negocios en redes sociales
Hallan el cuerpo descuartizado de Vinícius Skulny, una de las grandes promesas de Brasil
Barcelona
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónHay sucesos que conmocionan especialmente. Algunas tragedias, como la que tuvo un final feliz de niños desaparecidos en una selva colombiana, dan la vuelta a todo el mundo pero, por lo general, cuando hay un crimen la cosa suele ser local. Sin embargo, si ... el caso es truculento las historias dejan de ser locales e impactan, como mínimo, a todo un país.
Esto es lo que ocurre ahora en Argentina, el gran país sudamericano que está en 'shock' por el macabro asesinato de un empresario e influencer. Fernando Pérez Algaba, que tenía 41 años y era conocido como 'Lechuga', se dedicaba a la venta de coches de alta gama en Miami y fue encontrado descuartizado. Su caso tiene todos los ingredientes de un libro de crónica negra.
Y es que el crimen está envuelto de hechos, como mínimo, impactantes. Para empezar, por ejemplo, porque los restos del hombre, que se había hecho famoso como asesor financiero, fueron apareciendo en maletas, una de ellas encontrada por un grupo de niños que estaban jugando a fútbol en un arroyo a las afueras de Buenos Aires.
Empezó vendiendo sándwiches en bicicleta
Pérez Algaba tenía casi un millón de seguidores en Instagram, donde mostraba su vida por todo lo alto, y se había popularizado por los alquileres y ventas de vehículos de lujo, además de inversiones en el mundo de las criptomonedas. Era el típico 'criptobro', ya que daba la apariencia de que con sus negocios con las monedas digitales las cosas le habían ido muy bien. Había pasado temporadas en la zona de Miami, en Estados Unidos, y antes de llegar a Buenos Aires había estado en Barcelona.
Él mismo se había encargado de explicar a los medios su trayectoria, destacando que había empezado vendiendo sándwiches en bicicleta con 14 años. Luego fue repartidor de pizzas y vendedor de helados, trabajó como gestor turístico hasta que, con 24 años, cobró una herencia, compró un coche y empezó a dedicarse a la compraventa de vehículos. Su historia, sin embargo, tenía, episodios más oscuros, como el de hace un año cuando se viralizó su agresión a un agente de tráfico que le pidió un test de alcoholemia.
Ahora, el Lechuga llevaba desaparecido, como mínimo, una semana, desde el 19 de julio. Una mujer denunció su desaparición porque le había alquilado un apartamento y ni había devuelto las llaves ni respondía al teléfono. La policía accedió allí en busca de pruebas, pero no encontraron nada destacable.
Con la investigación ya en marcha, el domingo, se encontró una maleta abandonada, en la ciudad bonaerense de Ingeniero Budge, que contenía los brazos y piernas del desaparecido. Los padres de los niños que jugaban a fútbol allí dieron el aviso a la policía. En la misma zona, tres días después aparecieron su torso y cabeza. Sus tatuajes colaboraron a que la identificación fuera especialmente fácil.
Un posible ajuste de cuentas
La policía, que sigue investigando el caso, baraja como principal hipótesis se haya debido a un ajuste de cuentas por los enormes endeudamientos que acumulaba. Medios locales han publicado estos mismos días que tenía deudas «irrecuperables», préstamos millonarios por pagar y 'La Nación' aseguró que Pérez Algaba había dejado escrita una nota en su móvil en la que explicaba que había perdido mucho dinero con las criptomonedas.
«Si me pasa algo ya están todos avisados«, explicó a sus amigos en los últimos días en un mensaje que ha trascendido en el que, supuestamente explicaba su difícil situación económica y en la que contaba que él y cuatro allegados suyos habían sido amenazados.
La policía ha detenido, por ahora, a una mujer que la policía ha identificado a partir de documentos que había en la maleta con sus restos, aunque parece que no tenían una relación estrecha y tampoco se ve claro que pueda tener una implicación directa en el crimen. Su familia, además, argumentó que les habían robado esa maleta meses atrás.
En todo caso, fuentes de la policía han asegurado a medios argentinos que la investigación avanza rápido porque el crimen se perpetró de manera «rápida y casi alocada». En todo caso, los forenses también han corroborado que hubo profesionales de por medio, al menos viendo los cortes de las extremidades.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete