crisis del canal

Panamá no renovará el acuerdo de la Ruta de la Seda con China tras las presiones de EE.UU.

El presidente Mulino anunció la decisión tras su reunión este domingo con el secretario de Estadeo de EE.UU., Marco Rubio

EE.UU. tomará medidas contra Panamá si no hace «cambios inmediatos» en el Canal

Marco Rubio y José Raúl Mulino en Ciudad de Panamá EFE

Juan Diego Godoy

Corresponsal en Centroamérica

Las cosas han comenzado a cambiar a favor de Estados Unidos tras la mediática visita que realizó el Secretario de Estado Marco Rubio a Panamá, el pasado domingo 2 febrero. El país centroamericano no solo fue el primer destino de Rubio sino que también ... la primera prueba para medir su efectividad como ejecutor de la política exterior del gobierno de Donald Trump. Y por ahora, parece que está dando resultados.

La joya de la corona era asegurar que las compañías chinas que «controlan» los puertos de ambos lados del Canal de Panamá perdieran control y poder, puesto que a EE.UU le preocupa que China utilice esos espacios geoestratégicos para bloquear navíos estadounidenses en el Canal. La preocupación de la potencia occidental está puesta en los puertos de Cristobal y Balboa, gestionados desde 1997 por la empresa Panama Ports (PPC), subsidiaria de la hongkonesa CK Hutchison Holdings.

Rubio ha conseguido que el presidente panameño José Raúl Mulino marque más el distanciamiento de su administración con Pekín, adelantando que no renovará el Memorándum de Entendimiento firmado en 2017 con China, en torno al proyecto de «La Ruta de la Seda», que es la principal apuesta de los chinos en materia de su proyección política y comercial fuera de sus fronteras. Y aunque Mulino hizo énfasis en que Panamá es un país soberano, y que no existe «una amenaza real en este momento contra el tratado de neutralidad» —firmado con EE.UU para asegurar la independencia del Canal de otras potencias— ni amenazas de fuerzas militares para apoderarse del Canal, ha dado su brazo a torcer en favor de Trump. Aún no se sabe cómo tomará Pekín la decisión panameña.

El segundo éxito de Rubio ha sido establecer una línea directa de comunicación a lo interno del Canal, aunque más que un diálogo, se prevé que sea más bien un paquete constante de «instrucciones en inglés» a los panameños y las Autoridades del Canal. Mulino ha cedido y acordó «abrir un nuevo espacio de reuniones técnicas entre la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y funcionarios designados por EE. UU».

Rubio ha salido con una sonrisa en el rostro y satisfecho por la gestión, aunque esta le haya costado que manifestantes quemaran fotografías suyas y de Trump con el símbolo «nazi» y banderas de EE.UU, por las calles de la Ciudad de Panamá. «Debemos mantenernos vigilantes en la protección de este activo vital (el Canal de Panamá) del Partido Comunista Chino», reiteró en sus redes, mientras abandonaba el país. El único requerimiento que se ha llevado por parte de la presidencia panameña es que «incentive» a las empresas estadounidenses para que inviertan en Panamá.

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