El padre de los niños perdidos en la selva colombiana: «Mis hijos siguen con vida porque el poder de Dios existe»
Las tareas de rescate de los cuatro hermanos, que desaparecieron al estrellarse una avioneta, se han intensificado en los últimos días
¿Cómo es posible que cuatro niños hayan sobrevivido en la selva colombiana durante más de un mes?
Barcelona
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Iniciar sesiónEl caso es, sin duda, uno de los más mediáticos y asombrosos de los últimos tiempos y sigue envuelto de misterio, y sobre todo, mucha esperanza. 37 días después de que una avioneta se estrellara en la selva del Caquetá, en Colombia, los ... equipos de salvamento siguen buscando a los cuatro hermanos de entre 13 y 1 año, que desaparecieron tras el accidente aéreo.
Su madre era uno de los dos tres ocupantes que falleció al momento pero la creencia de que los pequeños siguen en buen estado se mantienen vivas después de varios indicios encontrados. Primero fue un biberón usado por el más pequeño, que ha cumplido su primer aniversario en la selva, y huellas y tras ello la investigación, y el extenso rastreo que están efectuando más de 200 efectivos, ha ido dando con más pistas.
A día de hoy, además, las autoridades creen que la mejor prueba de que la historia puede tener un final feliz es el hecho de que no se hayan encontrado los cuerpos de los niños. La desaparición de un perro que participaba en las tareas de rescate también hace pensar que puede estar con ellos. Ahora, el padre, que está colaborando activamente con la búsqueda, ha hablado ante los medios.
«El poder de Dios»
Manuel Ranoque ha hecho unas breves declaraciones a los medios desde el corazón de la selva, donde prosigue con las tareas de rescate. «Para mi es totalmente difícil creer que el poder de Dios no existe y es por eso que mis hijos siguen con vida junto con todos nosotros», ha asegurado el joven, que ha recordado que tiene sus hijos desaparecidos son tres niñas de 13, 9 y ahora un año, y un niño de 5 años.
Aunque el paso de los días juega en contra, hace semanas que Manuel está esperanzado. Hace unos días, en otras declaraciones, reconocía que estaba pasándolo especialmente mal, como es lógico, pero que no podía decaer por su familia. «Pido a la gente que tenga mucha paciencia y mucha fe. Muy pronto saldremos de esta selva con los niños sanos y salvos«, defendía.
Ahora, las autoridades han intensificado las tareas de rescate tanto con soldados como con indígenas. En estos últimos días los efectivos están llenando la selva con una cinta amarilla para que los niños sepan volver a casa, por la noche focos tratan de iluminar el bosque para ayudar a los pequeños y además, por altavoces, están lanzando mensajes tranquilizadores de una voz familiar.
Además, una de las últimas pruebas que hace confiar en que los encontrarán pronto en buen estado es que les han lanzado kits de supervivencia y que los rastreadores han encontrado parte de este material usado.
Mientras, casi 200 personas siguen recorriendo la selva. «Estamos ya cerrando el cerco. Creemos que estamos supremamente cerca«, destacaba recientemente en declaraciones a Efe el general Pedro Sánchez, comandante de las fuerzas especiales que lidera la operación de búsqueda.
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