La OTAN aumenta el nivel de seguridad en la base alemana de Geilenkirchen

En la jerga de la OTAN, nivel de seguridad Charlie significa que ha ocurrido un incidente o que hay evidencia de que es muy probable que se lleve a cabo algún tipo de acción terrorista contra la Alianza. «No es motivo de preocupación para la población y es puramente una medida de precaución para garantizar que podamos continuar con nuestras operaciones críticas», ha tranquilizado el portavoz de la base aérea.

El nivel de seguridad C aparece indicado en pantallas y tableros electrónicos, en la entrada de la base, y la policía alemana a confirmado que ha movilizado efectivos en relación con la posible amenaza. En Geilenkirchen, cerca de Aquisgrán y de la frontera con los Países Bajos, se encuentran los aviones especiales Awacs de la OTAN, 14 aviones Boeing 707 reconvertidos con una autonomía de 9.250 kilómetros que vigilan el espacio aéreo con el objetivo de detectar tempranamente posibles peligros y alertar con antelación a la Alianza, gracias a su gran dispositivo de radar en forma de hongo en la parte trasera del avión. Esto les permite localizar e identificar otras aeronaves a más de 400 kilómetros de distancia. Cada avión suele tener una tripulación de 16 soldados que proceden de distintos países de la OTAN.

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Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín

La Bundeswehr alemana aporta alrededor de un tercio del personal. La base ha sido también utilizada como una especie de centro de mando aéreo para guiar a los aviones de combate en misiones de la OTAN en los Balcanes y Afganistán. Y no es la primera vez en este mes que la base dispone un modo de alerta. Según informaciones de los círculos de seguridad, a principios de agosto una persona que se encontraba en los alrededores de las pistas de despegue y aterrizaje sin autorización fue detenida para ser interrogada.

El ejército alemán ha sido objeto de varios intentos de sabotaje este verano y las pistas apuntan en dirección a Moscú. El cuartel de la Bundeswehr en Colonia-Wahn ha debido incluso ser cerrado temporalmente por sospechas de que el suministro de agua podría haber sido alterado. Según sus propias declaraciones, la policía fue alertada por la Bundeswehr porque en el lugar se había visto a una «persona no autorizada» sospechosa. Se descubrió un agujero en una valla de la planta de abastecimiento de agua del cuartel y «valores anormales en el agua», lo que ha llevado a la apertura de una investigación, a pesar de que no hay constancia de que se hayan producido intoxicaciones o casos de enfermedad entre los soldados.

«Se ha puesto la atención sobre la cuestión de con qué frecuencia se realizan controles de seguridad a los numerosos empleados civiles que se necesitan en una instalación militar de este tipo. Se trata de un problema habitual en las bases, muchas personas tienen acceso directo, desde los técnicos hasta los encargados de logística o personal de limpieza. Estas personas son controladas al contratar, claro está, pero esto no sirve de nada si alguien es posteriormente reclutado por un servicio de inteligencia hostil o se radicaliza en el espíritu de una ideología extremista», valora un funcionario alemán próximo a la investigación.

«Nos estamos tomando estos incidentes muy en serio y las investigaciones van en todas direcciones», ha dicho el teniente coronel Ulrich Fonrobert. El Comando Territorial de la Bundeswehr y la OTAN, que tiene una base en Geilenkirchen, no ha proporcionado ninguna información sobre posibles sospechosos o motivos. Sólo os políticos especializados del Bundestag sospechaban que Rusia está detrás de los intrusos.