El origen del conflicto entre la República Democrática del Congo y Ruanda que está a punto de desangrar África

Tras la toma de poder de los tutsis en Ruanda, Francia orquestó la Operación Turquesa, con el propósito de que la población hutu que temía represalias huyera a Zaire. En realidad, se trataba de una vía para que los autores del genocidio, colaboradores de Francia, escaparan del país donde habían perpetrado las matanzas. En pocos días, cientos de miles de personas huyeron de Ruanda -al final, la cifra se elevaría a los dos millones- y miles de ellos murieron debido al cólera en campos de refugiados de Goma y Bukavu.

Aunque durante la Operación Turquesa los franceses desarmaron a los milicianos hutus, los volvieron a armar una vez se instalaron en Zaire. Se creó así un 'poder hutu' cerca de Ruanda con capacidad para derrocar al nuevo régimen tutsi en cualquier momento. Para defenderse, se agrupó a la oposición armada a Mobutu, la Alianza de Fuerzas Democráticas de Liberación (AFLD), y, con el apoyo de Ruanda, invadieron Zaire. Nunca sabremos si Ruanda invadió Zaire con el apoyo de la AFLD. En cualquier caso, en menos de un año se desmoronó la larga dictadura de 32 años, y uno de los líderes rebeldes, Lauren Kabila, se hizo con el poder, apoyado por Ruanda. De hecho, al frente del Ejército congoleño quedó el ruandés James Kabarebe.

En el transcurso de esta breve guerra, 200.000 hutus ruandeses fueron asesinados o murieron perseguidos. Tras un año en el poder, Kabila se quitó la tutela y expulsó a los militares ruandeses. Los mismos que lo habían elevado al poder invadieron otra vez la República Democrática del Congo desde Ruanda para derrocarlo. Comenzó así la Guerra Mundial Africana. Ocho ejércitos se enfrentaron -apoyando a uno u otro bando- en suelo congoleño, en un conflicto que dejó más de 5 millones de muertos.

Uganda y Ruanda ocuparon territorios mayores que sus propios países y saquearon los recursos congoleños. Desde los acuerdos de paz, Ruanda ha mantenido su injerencia en la República Democrática del Congo, directamente o a través de grupos armados como el M-23. Gran parte de su economía se nutre del contrabando de coltán y el oro congoleño.