Orbán celebra la unión con los húngaros de Rumanía a través del espacio Schengen
Cerca del 7% de la población rumana, alrededor de 1,3 millones de personas, constituyen la minoría húngara de este país, que a partir del 1 de enero vivirán sin ningún control fronterizo con la República de Hungría
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El primer ministro húngaro Viktor Orbán considera que con la adhesión de Rumanía a la zona Schengen, «hemos borrado la frontera entre Hungría y Rumanía», donde vive una importantísima comunidad de húngaros. La alegría por lo que él interpreta como el restablecimiento de ... las viejas fronteras de la 'Gran Hungría' dentro de la UE se completa con lo que denominó ayer «la conexión» entre los húngaros de Burgenland (hoy Austria) y los de Transilvania, en la actual Rumanía.
Cerca del 7% de la población rumana, alrededor de 1,3 millones de personas, constituyen la minoría húngara de este país, que a partir del 1 de enero vivirán sin ningún control fronterizo con la República de Hungría, dentro del espacio Schengen, una aspiración de Orbán que considera como húngaros de pleno derecho a todos los hablantes de este idioma. De hecho, hace más de una década que el primer ministro húngaro ya les concedió el pasaporte húngaro y les otorgó por tanto el derecho de voto en la República de Hungría, que tiene algo menos de diez millones de habitantes.
El sábado recibió en Budapest al primer ministro rumano, Ciolacu, para celebrar el acuerdo para que Rumanía y Bulgaria se sumen plenamente al espacio de libre circulación, algo que Orbán definió en su discurso como «el fin de una injusticia de larga data».
Después del desmembramiento del imperio Austro-Húngaro, muchos territorios que estaban bajo su tutela formaron distintos países soberanos y otros se anexionaron a Estados ya existentes. Es el caso de Transilvania, habitada desde la antigüedad por húngaros, en alguno de cuyos distritos representan ahora más del 70% de la población, o de Burgenland, cedido a la entonces recién creada República Federal de Austria en el Tratado de Trianon de 1920 y donde aún hoy el húngaro es uno de los idiomas oficiales.
Orbán no oculta que la entrada de Rumanía en Schengen «no se trata solo de burocracia sino de mejorar las vidas porque con la adhesión las familias y las empresas de las zonas fronterizas experimentarán una nueva movilidad y nuevas oportunidades». Y elogió el papel del partido de la minoría magiar de Rumanía, la Alianza Democrática de Húngaros en Rumanía (RMDSZ) en el fomento de vínculos más estrechos entre las dos naciones. «Sus contribuciones a la cooperación económica y política han sido inestimables».
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