La oposición chilena no firmará el «Compromiso de Santiago» de Boric y presentará su propio texto

El texto de Chile Vamos, sin la concurrencia del Partido Republicano, aborda explícitamente el golpe militar al afirmar que «la vivencia que cada persona experimentó y sus severas consecuencias, nos obligan a reflexionar sobre estas cinco décadas, tomar conciencia de los aprendizajes y errores cometidos por todos los sectores, y mirar hacia el futuro».

Boric intensificó el martes sus gestiones por tratar de aunar voluntades alrededor de su propuesta y se reunió con el expresidente Ricardo Lagos, así como hizo con Michelle Bachelet este lunes y con Sebastián Piñera el pasado viernes. Sin embargo, la única que confirmó la firma es Bachelet; Lagos está de reposo médico tras una caída, Eduardo Frei estará de viaje y Piñera no da pistas sobre la decisión que tomará.

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Con la declaración «50 años del quiebre de la democracia», Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI) y Evopoli confirman la crispación que se vive en los días previos al 11 de septiembre y que la exmandataria calificó como «un ambiente político tóxico».

El texto de Chile Vamos contiene siete puntos en los que no solo se comprometen con el uso de mecanismos institucionales para superar las diferencias, sino también con «los derechos humanos, propiciando su protección y respeto irrestricto en toda circunstancia y oportunidad». En él se establece un compromiso con «la paz y la buena convivencia, condenando toda expresión, movimiento o llamado que se valga de la violencia o el terrorismo para la promoción de sus ideas o el logro de sus objetivos» y con «la libertad de pensamiento y de expresión, favoreciendo el pluralismo y la diversidad de ideas, en un ámbito de respeto, verdad y ecuanimidad». Asimismo, concluye con un llamado al Gobierno «a promover un mensaje convocante, que enfatice los aspectos que nos unen, sin odio ni resentimiento».

Al presentar el acuerdo en la sede del Congreso en Santiago, el presidente de RN, Francisco Chahuán, indicó que este era «una invitación y un emplazamiento» al presidente Boric a condenar todo tipo de violencia y agregó que es él quien ha colocado el clima de división en el país, por lo que «será el responsable de que tengamos una conmemoración violenta o pacífica».

Una de las razones por las cuales Chile Vamos se niega a firmar el documento de Boric es que este fue redactado por el Gobierno de manera unilateral, sin incluir los puntos pedidos por la oposición.

El líder de la UDI, el senador Javier Macaya —en el pasado un dirigente con llegada directa con Boric—, fue claro al explicar por qué no concurrirán a la firma: «No estamos dispuestos a participar en hitos que generan más división y que de alguna nos pongan al servicio de hechos que tienen una sola mirada». Esto fue secundado por el secretario general de RN, Diego Schalper, quien dijo que, si «no hay un cambio de tono», no hay posibilidad de su participación.

El borrador del «Compromiso de Santiago» contiene solo cuatro puntos en los cuales se postula «cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el estado de Derecho ante amenazas autoritarias y la intolerancia» y «enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia y condenar la violencia, fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte».

Para la oposición, el texto está redactado de manera sesgada, pues, en el estallido social, la izquierda relativizó la violencia o guardó silencio y el PC demandó la renuncia de Piñera desde el primer día.

Otro párrafo del compromiso sostendría «hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional».

Hasta el momento Boric ve fracasar su intento de lograr un acto unitario, cuestión que comenzó a descarrilarse luego de que el PC y las organizaciones de derechos humanos endurecieran su postura sobre el sentido que debía tener la conmemoración de los 50 años y exigieran la renuncia del asesor del presidente Patricio Fernández para esta fecha.

La Moneda aún no ha enviado su documento a los partidos, como aclaró a ABC la senadora Ximena Rincón de Demócratas y se ha limitado a enviar invitaciones al acto. La Democracia Cristiana, el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad han adelantado su firma.

Este miércoles, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de acuerdo con los votos de la oposición y del centro que se hace cargo de ello. El texto fue presentado en 2022, y recién ahora se votó, alcanzando 74 votos a favor, 43 en contra, provenientes de Apruebo Dignidad, y 14 abstenciones del Socialismo Democrático.

«La Cámara de Diputados acuerda condenar los actos irracionales de violencia cometidos a partir del 18 de octubre de 2019 en nuestro país, para que nunca más los dirigentes políticos caigan en la irresponsabilidad de alentar la violencia y el vandalismo, ni guardar un silencio culposo», dice el proyecto visado.

La diputada de Convergencia Social (CS) —partido del presidente—, Emilia Schneider, argumentó el rechazo al acuerdo indicando que en su sector «reivindicamos el derecho a la manifestación social y condenamos tajantemente las violaciones a derechos humanos».

La tensión en el ambiente, en parte por declaraciones del mandatario que han sido considerada inadecuadas por la oposición, no ha logrado disminuir en las últimas horas. El lunes en la tarde, un grupo de jóvenes liderado por Víctor Chanfreau, nieto de un detenido desaparecido desde 1974, realizó una protesta en la sede central de la UDI donde lanzaron pintura roja a los muros blancos de la casona y extendieron un lienzo en el que se leía «Lucharemos hasta borrar su legado de misera e impunidad». La secretaria general de ese partido, diputada María José Hoffmann, lamentó que el Ejecutivo guardara silencio frente al ataque.

La Moneda confirmó la asistencia al acto del 11 de septiembre en La Moneda de los presidentes de México, Uruguay y Colombia y, aunque los mandatarios de Argentina y Brasil comprometieron su presencia, tendrán que esforzarse para llegar desde la cumbre del G20 en India que concluye el día anterior.

También se harían presentes el presidente del Consejo Nacional Federal alemán, Peter Tschentscher, y los exgobernantes Juan Manuel Santos, Ernesto Samper, José Mujica, Laura Chinchilla y Tarja Halonen, además del expresidente del Consejo de ministros italiano Massimo D´Alema.

De España han confirmado su asistencia el expresidente Felipe González, el exjuez Baltasar Garzón y el líder del PC Enrique Santiago.