'Operación Northwoods', la historia de un plan estadounidense para justificar una guerra con Cuba en los sesenta

Se trataba de una propuesta que se encuadraba en la operación de mayor dimensión, la conocida 'Operación Mangosta'. Tenía como objetivo una serie de operaciones encubiertas que incluían el sabotaje económico y los intentos de asesinato de los principales dirigentes del castrismo. Este memorándum pretendía complementar este proyecto. Fue escrito por el Departamento de Defensa (DoD) y el Estado Mayor Conjunto, y presentada durante la presidencia de John Fitzgerald Kennedy. La envergadura del mismo despertó un gran temor y reserva en la Administración del líder demócrata por las repercusiones que podría desatar.

La razón de ello es que entre otras cosas el texto afirmaba: «Podríamos desarrollar una campaña de terror cubano en el área de Miami, en otras ciudades de Florida e incluso en Washington». Es más proponía «hacer estallar un barco estadounidense en la Bahía de Guantánamo y culpar a Cuba porque las listas de bajas en los periódicos estadounidenses causarían una útil ola de indignación nacional».

James Bamford, autor estadounidense conocido como «el periodista más importante de la nación sobre el tema de la Agencia de Seguridad Nacional», se refiere a la 'Operación Northwoods' en su libro 'Body of Secrets'. Y señala que el documento tenía el visto bueno por escrito de Lyman Lemnitzer, Presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor. Y cuenta que contemplaba la posibilidad de tirotear a gente inocente en calles estadounidenses o secuestrar aviones. «Dando a Lemnitzer y su cuadrilla la excusa que necesitaban para declarar la guerra», indica. Y es un escrito que hoy podemos encontrar junto a otros y ocupan más de 180 páginas.

Los incidentes que enumera el informe incluía múltiples formas de actuación para simular un ataque creíble. Establecía iniciar rumores usando una radio clandestina, hacer desembarcar «a cubanos amigos en uniforme para realizar actos en bases militares y hacer estallar municiones dentro de las instalaciones». Teniendo como objetivo a personal militar y civil estadounidense o cubano. Otras opciones eran lanzar proyectiles de mortero hacia la base para dar la sensación de que estaban siendo llevados a cabo por fuerzas cubanas hostiles.

El informe detallaba que «se planificarían unos incidentes bien coordinados que tendrían lugar en Guantánamo y sus alrededores para hacer creer que están siendo realizados por fuerzas cubanas». La lista, además, incluía sabotajes en puertos, capturar a los equipos de asalto que se acerquen desde el mar. Y también describía la idea de quemar aviones en una base aérea o hundir un barco. Y luego, «realizar funerales para víctimas simuladas».

Asimismo, el informe especifica que «Estados Unidos respondería ejecutando operaciones ofensivas para asegurar el suministro de agua y energía, destruyendo los emplazamientos de artillería y morteros que amenacen» las bases en peligro. Indican que un incidente del tipo «Remember the Maine» podría organizarse de varias formas. Planteaban hacer estallar un barco estadounidense en la Bahía de Guantánamo y culpar a Cuba, de forma similar al incidente en 1898 con el USS Maine en La Habana que desencadenó la guerra con España. O sugieren «hacer explotar un barco no tripulado en cualquier lugar de las aguas cubanas».

«La presencia de aviones o barcos cubanos que simplemente investiguen la intención del barco podría ser una prueba contundente de que el barco fue atacado. Y la proximidad a La Habana o Santiago añadiría credibilidad, especialmente para aquellas personas que pudieran haber oído la explosión o visto el incendio«, establecían. Y también especificaban que EE.UU. podría seguir con una operación de rescate aéreo o marítimo cubierta por cazas estadounidenses para 'evacuar' a los miembros restantes.

Las ideas son variadas. También proponían hundir una barcaza de cubanos en ruta a Florida, real o simulada, o apuntaban a crear un incidente convincente en el que un avión cubano pareciera haber atacado y derribado «un avión de pasajeros civil alquilado en ruta desde los Estados Unidos a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela. El destino se elegiría solamente para hacer que la ruta del plan de vuelo cruzara Cuba. Los pasajeros podrían ser un grupo de estudiantes universitarios que se van de vacaciones o un grupo de personas con un interés común en apoyar el alquiler de un vuelo no regular«, sentencian. Y si fuera necesario, atacar a sus vecinos, como Haití y República Dominicana.

No obstante, el documento no obtuvo el visto bueno dado que se concluyó que sus implicaciones podían ser potencialmente catastróficas. Marcando con ello una creciente desconfianza y animadversión de los sectores afines a esta idea con la Administración. Posteriormente, y después de 40 años de confidencialidad este documento sería desclasificado en su completitud, y puesto en línea a disposición de todo aquel que quiera consultarlo.