Un día después de la operación del Ejército en Yenín contra Yihad Islámica, en la que mataron a diez palestinos, todas las miradas se fijan en Gaza. El nuevo Gobierno de Benjamín Netanyahu mide la capacidad de respuesta de un enemigo que respondió con ... el lanzamiento de dos cohetes a los que siguió un bombardeo israelí contra posiciones de Hamás y Yihad en la franja. Las facciones palestinas calificaron la incursión en el campo de refugiados de Yenín de «crimen contra el pueblo palestino» y declararon el estado de alerta máxima.
Se cumplen cinco meses desde la última escalada de violencia en Gaza, en la que murieron 49 palestinos, y desde entonces hay en vigor una frágil tregua cuyo futuro está en el aire. La gran pregunta es saber si con este fugaz intercambio de cohetes y bombardeo vespertino es suficiente o si alguna de las partes dará un paso más.
Netanyahu repitió que ellos no buscan una escalada, lo mismo que su ministro de Defensa, Yoav Gallant, aunque este advirtió a los palestinos que «estamos listos para la acción en caso de que necesitemos continuar, hasta que se restablezca la tranquilidad para los ciudadanos de Israel».
En apenas dos semanas han vuelto a casa Maher y Karim Younis, condenados en los ochenta por la muerte de un soldado
En Nablus hubo choques con las fuerzas de ocupación y más de 50 manifestantes resultaron heridos, según el Ministerio de Salud palestino. El director de la CIA, Bill Burns, se encuentra en Israel y mantuvo contactos con ambas partes con la intención de calmar la situación y de preparar el terreno para la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, que llegará el lunes a Tierra Santa. Estados Unidos mostró su preocupación por la decisión de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de suspender el acuerdo de coordinación de seguridad con los israelíes.
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