La ONU denuncia que Gaza es «el lugar más hambriento del planeta»

Laerke explicó que, de los casi 900 camiones de ayuda que fueron aprobados para ingresar desde el lado israelí desde la reapertura del cruce fronterizo entre Israel y el enclave palestino, menos de 600 han sido descargados en el lado de Gaza. Y un número aun menor ha llegado a los puntos de distribución porque a menudo «son asaltados por gente desesperada». «No los culpo ni por un segundo por tomar la ayuda que esencialmente ya es suya, pero no se distribuye como queremos», lamentó Laerke.

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El reparto de ayuda humanitaria se ha vuelto peligroso y caótico. Israel introdujo un nuevo mecanismo de entrega a través de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una organización respaldada por EE.UU. y rechazada por la ONU y ONG humanitarias, quienes denuncian que no cumple principios humanitarios básicos y favorece objetivos militares israelíes.

Es esta fundación la que ha estado distribuyendo ayuda en varios puntos de la Franja la semana pasada. Y al preguntársele sobre su desempeño, Laerke aseguró que «no funciona. No satisface las necesidades de la gente. Genera caos».

La organización asegura que ha distribuido millones de comidas desde que comenzaron las operaciones, pero el despliegue ha estado marcado por escenas caóticas en el número limitado de centros de distribución, así como informes de víctimas por fuego israelí en las cercanías.

El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal, declaró a Afp que «31 personas murieron y más de 176 resultaron heridos» ayer después de que las tropas israelíes abrieran fuego contra miles de civiles cerca de «un centro de ayuda estadounidense en Rafah», en el sur de la franja de Gaza, un territorio gobernado por Hamás.

Por su parte, el Ejército israelí dijo no tener información sobre heridos por disparos de sus tropas en el centro de distribución en Rafah, tildando la información como falsa. «Las Fuerzas de Defensa de Israel están cooperando con GHF y con organizaciones de ayuda internacionales para posibilitar la distribución de ayuda a los residentes de Gaza, y no a Hamás, que hace todo lo posible para socavar los esfuerzos de distribución de alimentos en la Franja», aseguró en un comunicado.

Mientras se buscan formas de aliviar la hambruna en la Franja, el enviado especial del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, respondió el sábado a la contrapuesta de Hamás al plan de paz de EE.UU., calificándola de «totalmente inaceptable».

El grupo islamista afirmó estar dispuesto a liberar a 10 rehenes vivos y entregar los cuerpos de 18 muertos a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, pero reiteró sus exigencias de poner fin a la guerra y retirar las tropas israelíes de Gaza, condiciones que Israel ha rechazado.

Según expresó Witkoff en su cuenta de X, la contrapropuesta realizada por el grupo islamista «solo nos hace retroceder. Hamás debería aceptar la propuesta que presentamos como base para las conversaciones de proximidad, que podemos comenzar de inmediato la semana que viene».