El vertido de British Petroleum salpica también a las relaciones anglo-americanas

Obama y Cameron discuten por teléfono hasta dónde llegan las responsabilidades económicas de la empresa petrolera

PEDRO RODRÍGUEZ

Para intentar calmar estas crecientes tensiones, el presidente Obama mantuvo ayer una conversación de media hora con el nuevo primer ministro David Cameron. En ese esfuerzo de diplomacia telefónica, el ocupante de la Casa Blanca habría recalcado que la frustración con el vertido no debe ... interpretarse como un ataque contra Gran Bretaña. Mientras que el líder conservador reiteró la idea de que a todos interesa que BP se mantenga "financieramente fuerte y estable".

Las autoridades de EE.UU. ya han abierto pesquisas civiles y criminales contra la compañía británica, cuya cotización bursátil ha retrocedido un 40 % ante el riesgo evidente de una avalancha de multas y querellas. Hasta la fecha, BP ha acumulado gastos de emergencia por un monto de 1.250 millones de dólares. Y bajo la legislación americana, se enfrenta a penalizaciones de hasta 4.300 dólares por barril de crudo vertido.

Obama, criticado por su gestión durante esta crisis ecológica, ha convocado para el próximo miércoles en la Casa Blanca a la plana mayor ejecutiva de BP. Se espera que la empresa intente llegar a una tregua con el gobierno federal, aunque ayer la Guardia Costera ha indicado ayer su insatisfacción con el ritmo de los trabajos de succión de crudo del pozo dañado por el estallido el pasado 20 de abril de la plataforma "Deepwater Horizon".

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