Un nuevo récord: la cifra de desplazados y refugiados en el mundo se acerca a los 110 millones

Por lo general, se quedan en países vecinos a su tierra natal con la esperanza de regresar pronto a casa. «Es un mito que los refugiados se dirijan principalmente a países ricos de Europa o América del Norte», asegura Grandi, que señala que Turquía acoge actualmente a la mayoría de los refugiados, seguida de Irán, donde se alojan la mayoría de los afganos, Colombia y Alemania. Según el informe, los 42 países más pobres del mundo, con poco más del 1% de la riqueza global, albergan actualmente al 20% de todos los refugiados.

«Estos datos encierran una acusación sobre el estado de nuestro mundo», ha denunciado. Del estudio se deduce también el índice de finales más o menos felices en las historias siempre dramáticas de los refugiados: para ara 5,7 millones de desplazados internos la huida finalizó el año pasado, mientras que 340.000 refugiados regresaron a sus patrias desde el extranjero.

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«La migración y la huida no deben agruparse, insiste Grandi, que sostiene que, si los países más ricos ofrecieran más vías legales de inmigración para las personas que buscan trabajo en países distintos a su tierra natal, menos inmigrantes solicitarían asilo. El asilo y la protección similar deben estar en su opinión reservados para las personas que huyen de la guerra, el conflicto, la persecución y la violencia. Y según la Convención de la ONU sobre Refugiados, todos los países están obligados a aceptarlos. Debido a que no hay rutas de migración legal, los sistemas de asilo están sobrecargados, es la tesis de Grandi, que anota también que las autoridades no reconocen los motivos aducidos por muchos solicitantes de asilo para huir. «Los que necesitan realmente protección caen a veces en descrédito injustamente», sostiene.

El informe anual de Tendencias Globales recoge también que la guerra de agresión rusa contra Ucrania desencadenó en 2022 el movimiento de refugiados más rápido desde la Segunda Guerra Mundial: 5,7 millones de personas fueron desplazadas dentro de las fronteras de Ucrania o tuvieron que huir al extranjero. Entre los puntos críticos que más preocupan actualmente a ACNUR destaca también la situación de Sudán. Cientos de miles de refugiados han encontrado refugio en los países vecinos, territorio de traficantes de personas. Si la ley y el orden no se restablecen pronto en Sudán, estos contrabandistas podrían poner a los sudaneses en rutas de escape «hacia Libia y más allá», sospecha Grandi. Muchos barcos de refugiados parten hacia Europa desde el Estado mediterráneo de Libia. En Sudán se vive una lucha de poder entre tropas del presidente de facto y su anterior adjunto desde mediados de abril. Según la ONU, casi 1,9 millones de personas han huido desde que comenzó la violencia.

Grandi ha elogiado la reforma prevista del sistema de asilo de la UE. En el futuro, Europa quiere retener a los solicitantes de asilo que llegan de un país que se considera relativamente seguro en un centro de recepción, en condiciones similares a las de la detención después de cruzar la frontera. Después de un rápido examen de las solicitudes, aquellas que sean rechazadas deberán ser devueltas inmediatamente. «No todo es perfecto, pero al menos la UE se ha puesto de acuerdo en algo», dice Grandi, «creemos claramente que los solicitantes de asilo no deben ser encarcelados, que solicitar asilo no es un delito, pero diferenciar desde el minuto cero al refugiado del inmigrante facilitará hacer llegar la ayuda a aquellos que más la necesitan».

Sin duda los datos más preocupantes del informe son los que se refieren a la tendencia: hace sólo 8 años ACNUR registraba un triste récord de 65,3 millones de refugiados, una cifra que prácticamente se ha duplicado en este tiempo. La condición de refugiado se ha convertido en un estado idílico para los habitantes de países como Siria, Ucrania, Afganistán, Venezuela y Sudán del Sur. Más de 25 millones de los refugiados registrados el año pasado procedían de uno de estos países.

Y entre los datos más dolorosos figura la proporción de menores: el 40% de todos los refugiados registrados el año pasado eran niños, menos que el 45% que representaban en 2021 respecto al total debido a la composición de los casi 6 millones de desplazados ucranianos, entre los que hay mujeres y ancianos en gran proporción. En Afganistán, Burkina Faso, Somalia y Sudán, sin embargo, más de la mitad de los refugiados son niños. Entre 2018 y 2022, 385.000 niños nacieron huyendo.

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