El nuevo ministro chino de Defensa, sancionado por EE.UU. por comprar armas a Rusia
El nombramiento en la Asamblea Nacional del general Li Shangfu, experto en tecnología aeroespacial, traerá más tensión a las difíciles relaciones con Washington
Xi Jinping culmina su giro autoritario perpetuándose como presidente de China
A la derecha, Li Shangfu, el nuevo ministro chino de Defensa, canta el himno en el Congreso Nacional del Pueblo
Tras una semana de informes, nombramientos y más policías de los que ya abundan por las calles de Pekín, este lunes finaliza la reunión anual del Parlamento orgánico de China, la Asamblea Nacional Popular. Confirmada la continuidad de Xi Jinping como presidente y la ... designación de su nuevo primer ministro, Li Qiang, la sesión de este domingo completó los últimos nombramientos del régimen, que ha renovado a parte de su cúpula.
Entre las nuevas figuras destaca el ministro de Defensa, Li Shangfu, un general sancionado por Estados Unidos por comprarle armas a Rusia en 2018. En ese momento dirigía el Departamento de Desarrollo de Equipamiento, encargado de modernizar la tecnología del Ejército chino, y presuntamente adquirió cazas de combate Su-34 y sistemas de misiles tierra-aire S-400 a Rosoboronexport, la corporación estatal rusa dedicada a la exportación de armamento.
Entonces bajo la Administración Trump, el Departamento de Estado impuso dichas sanciones «en respuesta a la injerencia rusa en el proceso electoral de EE.UU., su inaceptable comportamiento en el este de Ucrania y otras actividades malignas», según informa Bloomberg. En concreto, al general Li le prohibían, además de obtener el visado para EE.UU., efectuar transacciones internacionales bajo su jurisdicción o dentro de su sistema financiero, bloqueándole también todas las propiedades que pudiera tener en dicho país.
A pesar de su inclusión en dicha «lista negra», se da la extraña circunstancia de que podría tener que reunirse con su homólogo en EE.UU., el secretario de Defensa Lloyd Austin, lo que seguramente traerá más tensión a las ya difíciles relaciones entre ambas potencias. Su falta de comunicación militar se ha agravado por el reciente incidente de los supuestos globos espía chinos y, como reconoció el Pentágono el 28 de febrero, sus oficiales de enlace no hablan desde noviembre del año pasado.
Tecnología aeroespacial
A sus 65 años, el general Li sustituye al ministro saliente Wei Fenghe, quien ya se retiró de la Comisión Militar Central durante el XX Congreso del Partido Comunista celebrado en octubre. Li se unió a la Comisión en dicho cónclave y su nombramiento como ministro de Defensa demuestra el interés de Pekín por desarrollar la tecnología aeroespacial, que es su especialidad. Además de supervisar lanzamientos espaciales y el primer misil capaz de destruir satélites, ha estado a las órdenes del vicepresidente de la Comisión Militar Central, Zhang Youxia, íntimo amigo de Xi Jinping. Aunque el título de ministro de Defensa es puramente simbólico porque es la Comisión Militar Central la que manda en realidad sobre el Ejército, su nombramiento refleja el cada vez mayor control directo de Xi Jinping sobre todas las esferas del régimen.
Además, Xi situó este domingo como viceprimeros ministros a algunos de sus más estrechos aliados, como Ding Xuexiang y He Lifeng, quien deja la dirección de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo. Por otra parte, continuarán en sus puestos el ministro de Finanzas, Liu Kun, y el gobernador del Banco Central Popular de China, Yi Gang, quienes ya han superado la edad habitual de jubilación entre los funcionarios del régimen y en octubre salieron del Comité Central del Partido Comunista. También seguirán en sus cargos los ministros de Tecnología, Industria, Educación y Agricultura. Todos ellos tienen la misión de reactivar la economía con un crecimiento en torno al 5 por ciento para superar el tremendo impacto que han causado durante los dos últimos años las restricciones de la política de Covid 0, levantadas tras las históricas protestas de noviembre.
«Sin muchas reformas en el Consejo de Estado (Gobierno): todavía 26 ministerios y comisiones y mucha continuidad entre los ministros salvo en la cúpula, donde solo hay hombres de confianza de Xi Jinping», analiza para ABC Jean-Pierre Cabestan, politólogo de la Universidad Baptista de Hong Kong experto en China.
En su opinión, «el Partido Comunista quiere reafirmar al mundo su apoyo al sector privado y su apertura ante la inversión extranjera, pero al mismo tiempo busca un control más férreo de la economía y la sociedad, dentro de un contexto de creciente Guerra Fría con EE.UU. y también con la Unión Europea. China se enfrentará así a más viento en contra».
A sus 65 años, el general Li sustituye al ministro saliente Wei Fenghe, quien ya se retiró de la Comisión Militar Central durante el XX Congreso del Partido Comunista celebrado en octubre
Además, Cabestan «ve difícil de predecir cualquier reforma o apertura debido a la coreografía electoral de la Asamblea, que es de estilo soviético». Buena prueba de ello son los soldados que desfilaron dentro del Gran Palacio del Pueblo con la Constitución sobre la que el presidente Xi Jinping debía jurar el cargo para su tercer e inédito mandato, que le abre la puerta a perpetuarse en el poder y mete la marcha atrás al país. A pesar de su represión y censura, el régimen pone su «democracia 'made' in China» como ejemplo para los países en vías de desarrollo, pero el profesor Cabestan se pregunta «¿cómo se puede exportar su modelo en estas circunstancias?». Para contar sus virtudes, Pekín ha traído invitados con todos los gastos pagados a 60 periodistas del 'Sur Global' mientras veta a corresponsales extranjeros acreditados, sobre todo occidentales.