El nuevo escenario en Argentina agita la geopolítica en la región

Queda ya lejos el triunfo de Lula da Silva (30 de octubre de 2022), cuyo regreso a la Presidencia de Brasil parecía consolidar el peso del Grupo de Puebla. Sin embargo, esa fecha se convirtió en la cuenta atrás para el relevo conservador en algunos de los gobiernos liderados por la izquierda. Así, el 7 de diciembre Pedro Castillo era detenido en Perú por su intento de autogolpe de Estado fallido, siendo sustituido por Dina Boluarte. Mientras que este año la sorpresa la daba en Ecuador, hace unas semanas, el joven empresario Daniel Noboa, que logró imponerse a la correísta Luisa González. Un mes después, Milei ha cerrado, de momento, el círculo de este «cambio de aires» en América Latina, según Oppenheimer.

Sin embargo, para Carlos Malamud, investigador de América Latina del Real Instituto Elcano, más que un retroceso de la 'marea rosa', el triunfo del ultraliberal en Argentina supone «la confirmación del voto de castigo contra los oficialismos en toda la región –en las últimas 17 elecciones presidenciales en América Latina, en 15 de ellas perdieron los oficialismos–, con independencia del color político de quien gobierne», señala a ABC. «Esto es una tónica muy presente que habla de la frustración, del cabrero de la gente en relación con los gobiernos que han tenido».

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Pero la llegada del ultraliberal al poder también supone, según el analista, «un realineamiento» dentro la región de los distintos gobiernos: «Cambia la correlación de fuerzas, sobre todo en América del Sur, pues Argentina es, después de Brasil, el país más importante. Esto –continúa– se va a notar sobre todo en los equilibrios dentro de Mercosur; y a escala Latinoamericana, también se verá un realineamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)».

Para Malamud ha resultado muy sintomático el tuit colgado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, que calificó la victoria de Milei como una noticia «triste para América Latina» porque supone el triunfo de la «extrema derecha» y «el neoliberalismo ya no tiene propuestas para la sociedad, no puede responder a los problemas actuales de la humanidad». Así como la respuesta que le espetó el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele: «Ahora dilo sin llorar». «Esto es muy significativo sobre el cambio de alianzas que va a tener lugar dentro de América Latina», incide Malamud.

Si bien Petro tiene todavía más de dos años y medio por delante, ha visto como su popularidad ha caído de forma estrepitosa tras su primer año en el poder, como demostraron los comicios regionales del pasado mes de octubre, en los que el centro-derecha ganó ampliamente en ciudades como Bogotá, Medellín y Barranquilla. Este toque de atención se suma a los problemas de Petro con la Justicia tras la detención de su hijo Nicolás y las acusaciones de este sobre una presunta financiación ilegal de la campaña presidencial.

Menos beligerante y más diplomático se mostró Lula da Silva, que reconoció que «la democracia es la voz del pueblo y siempre debe ser respetada», para después desear en su cuenta de X «buena suerte y éxito al nuevo gobierno».

En la misma línea se expresó el presidente chileno, Gabriel Boric, otro líder de izquierdas –menos acérrimo que sus compañeros de ideología, pues se atreve a cuestionar a Daniel Ortega y Nicolás Maduro– que desde su elección va dando un traspiés tras otro. «Saludo a Javier Milei por su triunfo y a Sergio Massa por su digno reconocimiento de la derrota», escribió en las redes sociales, a lo que añadió que como presidente de Chile trabajará «incansablemente por mantener a nuestras naciones hermanas unidas y colaborando para el bienestar de todos y todas».

Más escueta se mostró Xiomara Castro, presidenta de Honduras y admiradora irredenta de Chávez, que aprovechó la felicitación a Milei para anunciar que asumirá la presidencia de la Celac en 2024.

Más calurosas fueron las felicitaciones de los líderes de gobiernos conservadores como los de Perú, Paraguay o Ecuador, cuyo presidente saliente, Guillermo Lasso, que le traspasará el poder a su sucesor, Daniel Noboa, este jueves, le auguró «el mayor de los éxitos, para que pueda resolver los problemas acuciantes de su país y tomar las decisiones más adecuadas que mejoren la calidad de vida de los argentinos».

Mientras, en Venezuela, la líder opositora María Corina Machado, destacó el triunfo de «la lucha por el cambio y la Libertad avanza en América Latina», según informa Ludmila Vinogradoff. Machado ganó las primarias del pasado 22 de octubre para ser la candidata presidencial de la oposición de manera arrolladora con el 92% de los votos pese a estar inhabilitada por el régimen chavista. Las encuestadoras Poder y Estrategia, Meganálisis y Datanálisis coinciden en que ganaría la presidencia de Venezuela con 66%, 70% y 80% respectivamente en 2024, derrotando a Nicolás Maduro, quien tardó en reaccionar este lunes.

El líder chavista dijo que Milei representa a la ultraderecha neonazi de Argentina, «es una amenaza con un proyecto colonial arrodillado al imperialismo norteamericano» al compararlo con Videla y Pinochet. En cuanto a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fue el Ejecutivo quien se ocupó de felicitar al presidente electo «con quien buscaremos mantener una relación constructiva en beneficio de ambos pueblos y de la región», compartió la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de su cuenta de X.

El año próximo será un momento importante para ver hacia donde se decanta el péndulo pues antes que las elecciones venezolanas, que deberían celebrarse en el segundo semestre, habrá comicios en El Salvador, el próximo mes de febrero –«donde Bukele se presenta pese a no ser constitucional», señala Malamud–; en Uruguay, en Panamá y en México.

Para el analista de Elcano el proceso más significativo «por su trascendencia» el año próximo será en este último país, donde la favorita es la candidata por el partido oficialista Morena, Claudia Sheinbaum. «Sin olvidarnos de que en noviembre se votará en EE.UU., cuyo resultado puede tener importantes repercusiones en América Latina, sobre todo si vuelve Trump», concluye.