A bordo del avión viajaban 179 pasajeros y seis miembros de la tripulación. Había partido este miércoles por la tarde desde Berlín y tenía destino en Milán.
Tras experimentar las turbulencias, la aeronave irlandesa tuvo que realizar un aterrizaje no programado en el aeropuerto de Memmingen, para permitir que los heridos recibieran atención médica. Fue a las 20.44 horas, a unos 100 kilómetros al oeste de Múnich.
Tres personas han sido trasladadas al hospital debido a la gravedad de sus heridas, entre ellas un niño de dos años que sufrió contusiones.
«El capitán solicitó asistencia médica con antelación y la aeronave aterrizó con normalidad. Para llevar a los pasajeros a su destino final lo antes posible, organizamos un transporte alternativo de Memmingen a Milán esa misma noche, así como un vuelo de reemplazo esta mañana», ha explicado la aerolínea a Europa Press.
Asimismo, la irlandesa ha querido lamentar sinceramente los inconvenientes causados a los pasajeros afectados por este desvío.
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