La nueva fase de la guerra en Gaza se centrará en ataques de precisión contra líderes de Hamás

Estados Unidos mostró una vez más su apoyo total a Israel en una jornada en la que el Ejército siguió con sus combates calle por calle en los principales feudos de Hamás al norte y sur de la Franja y logró recuperar los cuerpos de tres soldados capturados el 7 de octubre. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reconocieron haber matado por error durante una operación en Shejaiya, en el norte de la Franja, a tres de los rehenes tomados por Hamás. El Ejército ha explicado a través de las redes sociales que los cuerpos de los cautivos ya han sido trasladados a territorio israelí e identificados. Una jornada en la que las sirenas volvieron a sonar en Jerusalén por los cohetes lanzados desde Gaza, que fueron interceptados sobre la ciudad santa.

Las palabras de Sullivan sobre la nueva etapa en el conflicto llegaron pocas horas después de que un alto funcionario estadounidense dijera que los días de Yahwa Sinwar «están contados (…). No importa cuánto tiempo tarde, pero se hará justicia porque tiene la sangre de 38 estadounidenses en sus manos».

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Mikel Ayestaran

Dirigente del movimiento yihadista desde hace más de un lustro, ha sido uno de sus activos más duros y comparte la cúpula con Ismail Haniya, el actual líder político

Los servicios de Inteligencia trabajan contra el reloj para localizar el paradero del líder político del grupo islamista, a quien consideran el cerebro de la matanza en los kibutz próximos a la verja de separación. Los militares combinan los bombardeos masivos con las incursiones terrestres, una de las últimas en una de las casas de Sinwar en Jan Yunis, para acabar con un enemigo que permanece en paradero desconocido.

El inicio de la etapa de transición desde el momento actual de alta intensidad «a una fase de operaciones de precisión» fue uno de los temas que Sullivan discutió con Netanyahu, pero no se atrevió a hablar de plazos ante la prensa. 'The New York Times' reveló que el deseo de Biden es que el cambio de estrategia se produzca en dos semanas, con la entrada del nuevo año.

El consejero de Seguridad Nacional destacó que la táctica que emplean los milicianos palestinos supone «una carga inusual para un ejército en la época actual» ya que «no tiene la oportunidad de encontrarse con el enemigo en un campo de batalla en el que los civiles están en un lado y los terroristas en el otro». El enviado de Biden recordó que Hamás «se esconde detrás de la población civil y utiliza sitios protegidos como hospitales y escuelas con fines militares».

Una de las primeras consecuencias prácticas de este viaje fue la apertura del paso de Kerem Shalon para la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, una petición estadounidense que aceptaron sus aliados y permitirá aumentar el acceso de camiones.

La visita de Sullivan coincidió con un nuevo apagón de las comunicaciones en Gaza, algo que se produce cuando hay una operación importante en marcha. En este caso, los aviones y helicópteros de Israel atacaron la frontera con Egipto, al sur de Rafah, «donde operaban los terroristas de Hamás, que ayudaban a los esfuerzos de contrabando liderados por la organización terrorista, incluyendo armas», según el comunicado del Ejército. Los bombardeos acabaron con todos los puestos de la Policía palestina e hicieron crecer el temor de un posible plan israelí de desplegarse a lo largo de la verja para cortar la amenaza de contrabando e impedir posibles intentos de huida.

Acabado su viaje a Israel, el enviado de Biden puso rumbo a Ramala para ver al presidente palestino Mahmoud Abás. EE.UU. apela a resucitar la solución de los dos Estados, pero su aliado israelí no quiere ni escuchar esta posibilidad y, según revelaron fuentes diplomáticas a 'The Times of Israel', los líderes políticos han pedido al equipo de Biden que no hable en público de esta solución porque «después de lo ocurrido el 7 de octubre sería un regalo para Hamás».

Quienes no tienen dudas sobre el futuro de Gaza tras la guerra son los sectores ultranacionalistas sionistas, que piden la reocupación del territorio palestino para volver a una situación como la que existía hasta el año 2005. El ministro de Patrimonio, Amihai Eliyahu, se mostró en partidario a la «ocupación total». En opinión del ministro, «cualquiera que hoy esté vendiendo la idea de que los palestinos pueden volver a dirigir las cosas no recuerda lo que pasó el 7 de octubre».