Ola de ataques a comercios en Argentina, en un clima de crisis y tensión social

Este miércoles han sido muchos los comerciantes que, pese a la desesperación que les genera la crisis económica actual -en un país cuya inflación anual supera el 115% y que ha sufrido una reciente devaluación de la moneda local-, han decidido no abrir las puertas de sus tiendas por miedo a los ataques. Los robos a supermercados, que comenzaron días atrás como casos aislados, se han ido multiplicando en las últimas horas a lo largo de todo el territorio argentino, hasta llegar a la provincia de Buenos Aires. Cabe recordar que este tipo de ataques, conocidos localmente como «saqueos», lamentablemente no son novedad en el país suramericano, y se disparan en contextos de fuertes crisis económicas e incertidumbre política. Hay también quienes sostienen que son provocados intencionalmente para acentuar la inestabilidad política.

A la gravedad de la situación en sí, que genera miedo por la inseguridad y recuerda aquellos ataques masivos a supermercados que se perpetraron en el país del tango más de dos décadas atrás, durante la terrible crisis de 2001, se suma la inacción de los políticos.

Tras un largo silencio -que incluyó también una marcada ausencia luego de las elecciones primarias-, este miércoles finalmente tomó la palabra el presidente Alberto Fernández. En un acto realizado en la provincia de Neuquén, el mandatario se refirió a los ataques a comercios en todo el país y pidió cuidar la paz social. «Cuidemos nuestra convivencia democrática, la paz y tranquilidad social. Vamos a ocuparnos de resolver los ingresos, pero hay que preservar la paz social es muy importante», advirtió.

En estos últimos días, y frente a la creciente violencia que se hace sentir en las calles del país, las distintas fuerzas políticas han dedicado el tiempo a echarse culpas por los sucesos recientes. Desde el oficialismo hacen responsable al ganador de las primarias Javier Milei por la agudización de la crisis después de las elecciones -de hecho, aseguran que en redes sociales circulaban mensajes alentando a salir a robar a los comercios-, mientras que desde su partido, La Libertad Avanza, culpan al gobierno y al empobrecimiento de la población por los ataques.

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que previo a los comicios del 13 de agosto tomaba la palabra con cierta frecuencia para apoyar al candidato de su partido Unión por la Patria (UP), el ministro de Economía Sergio Massa, brilla por su ausencia y no se ha expresado después de las elecciones, ni siquiera a través de sus redes sociales.

En este escenario, y con un clima de crispación social que retrotrae a los argentinos a sus recuerdos más dramáticos, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales el próximo 22 de octubre. Sea cual fuera el nuevo ocupante de la Casa Rosada, le espera un duro desafío por delante, en un contexto en el cual a la preocupación de los ciudadanos por la crisis económica se le suma ahora la sensación de un inminente estallido social.