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Nishimura Mako, la única mujer yakuza de la historia

Martina Baradel, investigadora de la Universidad de Oxford, la describe como alguien con propensión a la violencia que disfrutaba peleando

EE.UU. acusa a un líder de la Yakuza de intentar traficar con material nuclear para que acabara en Irán

Una joven Nishimura Mako, poco después de amputarse el meñique cortesía de martina baradel
Alexia Columba Jerez

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Nishimura Mako está hoy en la cincuentena, pero los tatuajes que se delatan por debajo de la manga de su camisa hasta llegar a sus dedos, así como su meñique cortado tienen una historia. Vive sola, trabaja en la demolición y lleva una vida tranquila ... en una casa modesta. Al tiempo que gestiona una organización benéfica para ayudar a antiguos miembros de la yakuza a reintegrarse. A simple vista, con sus 45 kilos y su estatura de poco más de un metro cincuenta, nadie sospecharía que estamos ante la única mujer yakuza que ha existido en los tres siglos de historia de la organización. Es verdad que están las 'anesan', las esposas de los jefes de la mafia yakuza, pero Nishimura es una excepción en toda regla. Su historial tiene palizas a rivales, tráfico de droga o de mujeres para prostituirlas. «Tenía propensión a la violencia y disfrutaba peleando. Y encontró al jefe adecuado», explica a ABC Martina Baradel, investigadora de la Universidad de Oxford, cuando se le pregunta por la razón de tal singularidad.

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