El régimen de Nicaragua exhibe a monseñor Rolando Álvarez tras 43 días sin información sobre su situación

Las imágenes fueron lanzadas como una 'prueba de vida' del líder religioso, que el pasado 9 de febrero —cuando 222 presos políticos fueron desterrados— se negó a subir al avión que el Departamento de Estado de Estados Unidos dispuso con el fin de trasladar a los reos de conciencia de Managua hacia Washington. Diversos organismos de derechos humanos le exigieron al régimen que lo mostraran.

Desde su detención en agosto del año pasado junto a otros religiosos y un laico, el obispo no había aparecido en público. Pese a que fue llevado a audiencia en enero pasado, las fotografías publicadas por el régimen son las primeras imágenes públicas de monseñor Álvarez desde entonces.

Noticia Relacionada

Nicaragua suspende las relaciones diplomáticas con la Santa Sede tras las críticas del Papa

Susana Gaviña

La decisión la ha tomado el régimen de Daniel Ortega tras la entrevista concedida por Francisco en la que comparaba al Gobierno nicaragüense con las dictaduras comunista de 1917 y de Hitler

En las fotografías, se puede observar al obispo visiblemente delgado y pálido mientras comparte con sus hermanos, Vilma y Manuel Álvarez Lagos, en una sala decorada dentro de la prisión. Al ser consultado por un entrevistador sobre cómo se encuentra, el obispo respondió: «Gracias a Dios bien, con mucha fuerza interior, con mucha paz en el Señor y la virgen santísima». Asimismo, cuando se le preguntó si ha recibido un trato digno en la prisión, Álvarez asintió. De manera irónica, al ser abordado sobre su apariencia física respondió: «¡Ah! Bueno. ¿Me ves bien? ¿saludable? ¿y la cara como me la ves?».

El obispo fue detenido desde agosto de 2022, después de que se intensificaron las jornadas de oración por el país y denunciara de forma frontal las injusticias cometidas por el régimen. Desde entonces, la Justicia controlada por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, lo procesó por el delito de «menoscabo a la soberanía nacional» el pasado 10 de febrero. El régimen le impuso una sentencia de 26 años de cárcel.

Organismos de derechos humanos y líderes religiosos a nivel global han pedido la liberación inmediata del obispo Álvarez. Hasta el momento, el régimen de Ortega y Murillo no ha dado señales de que vaya a ceder a estas demandas.