Netanyahu y Abbas llegan a Washington

Netanyahu, que dirige un Gobierno dominado por partidos defensores de los colonos, incluido el suyo, ha dado a entender que mantendrá la suspensión en la construcción de nuevas viviendas para judíos en Cisjordania, y ha señalado a su partido, el Likud, que es posible lograr un acuerdo de paz. «No soy ingenuo. Veo todas las dificultades y los obstáculos y pese a ello, creo que un acuerdo final de paz es un objetivo alcanzable. Por supuesto, esto no depende sólo de nosotros», subrayó este lunes, asegurando que espera encontrar «un socio valiente» en Abbas. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, se reunió con Abbas en secreto el domingo en Amán, según ha informado la radio israelí, que no dio detalles sobre el contenido de las conversaciones.

Antes de las conversaciones del jueves, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha organizado el miércoles por la noche una cena a la que ha invitado a Netanyahu, Abbas, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el rey Abdulá de Jordania. La reanudación de las conversaciones directas, tras un parón de 20 meses como consecuencia de la operación «Plomo fundido» de Israel contra la Franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009, tendrá lugar de forma oficial en una ceremonia en el Departamento de Estado norteamericano el jueves.

El viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom, dijo el domingo que Netanyahu ha indicado a los miembros de su gabinete que no habrá una decisión sobre la cuestión de los asentamientos, que podría dividir a la coalición gobernante, antes del Año Nuevo Judío, que este año se celebra el 8 de septiembre. Algunos aliados de Netanyahu han planteado la posibilidad de que se limite la mayoría de las futuras construcciones en los asentamientos a aquellos que se encuentren en los grandes bloques de territorio que Israel quiere mantener en el marco de cualquier acuerdo de paz. Los palestinos han rechazado la idea, argumentando que equivaldría a aceptar la soberanía israelí sobre los enclaves.

Netanyahu, que junto a Estados Unidos ha estado presionando para que se reanudaran las conversaciones directas sin condiciones previas, ha dicho que el futuro de los asentamientos debería resolverse en las negociaciones que Washington espera que puedan llevar a un Estado palestino en el plazo de un año. Estados Unidos se opone a la ampliación de los asentamientos, pero no ha pedido a Israel que amplíe la moratoria. En lugar de ello, ha instado tanto a los israelíes como a los palestinos a que no adopten medidas que puedan poner en peligro las negociaciones. Por su parte, Abbas ha declarado a la prensa que el plazo de un año dado por Obama le parece razonable, siempre y cuando Israel amplíe la moratoria.