Netanyahu fractura la unidad de Israel en la guerra contra Hamás

Netanyahu escribió que «todos los servicios de seguridad, incluido el jefe de inteligencia militar y el jefe del Shin Bet, eran de la opinión de que Hamás estaba disuadido y quería llegar a un acuerdo».

El mensaje se hizo viral, causó un gran malestar y Netanyahu se vio obligado a borrarlo y pedir disculpas con otro mensaje en el que apuntó que «me equivoqué, nunca debía haber dicho eso» y ofreció «todo el apoyo» a los jefes de seguridad a quienes poco antes había cargado el colosal error de seguridad que permitió la matanza de 1.400 personas a manos de Hamás.

En el momento que más unidad necesita Israel para hacer frente a una guerra, los medios críticos con el primer ministro le echaron en cara anteponer su salvación política a todo lo demás.

En mitad del estrés diario de las ruedas de prensa para actualizar los datos del frente, el portavoz militar, Daniel Hagari, fue cuestionado por el ataque de Netanyahu y se limitó a decir que «no pienso responder a esa pregunta porque estamos en guerra y es en lo que estamos centrados». El líder de la oposición, Yair Lapid, acusó a su gran rival de «cruzar una línea roja» porque «mientras los soldados y comandantes del Ejército luchan valientemente contra Hamás y Hizbolá, él intenta culparlos en lugar de respaldarlos». En opinión de Lapid, este tipo de «intentos de evadir la responsabilidad y echarle la culpa al aparato de seguridad nos debilitan en la lucha contra los enemigos de Israel«.

Las críticas al primer ministro se extendieron también a sus socios de gobierno y el ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, lamentó la estrategia empleada por Netanyahu con Hamás en los últimos años porque «la política de contención, la disuasión imaginaria y la compra de tranquilidad temporal a un precio exorbitante» son la raíz del problema.

En este arranque de la segunda fase de la operación, que puede durar semanas o meses, según los mandos militares, las tropas refuerzan sus posiciones dentro de la Franja. El Ejército informó de combates con milicianos enemigos en la zona norte en los que dos soldados resultaron heridos y aseguró haber matado a «numerosos terroristas» y destruido importante infraestructura del grupo islamista como puestos de observación.

Uno de los choques más importantes se produjo en paso de Erez, que era el principal punto de entrada y salida de personas de la Franja, donde los milicianos intentaron sorprender a los militares emergiendo de un túnel. Hamás ha confirmado la batalla en Erez en la que aseguraron haber alcanzado «varios vehículos militares enemigos». Todos los movimientos terrestres de Israel estuvieron acompañados de intensos bombardeos, como los que sufre Gaza desde el primer momento y que ya han matado a más de 8.000 personas, la mayoría mujeres y niños según los datos del ministerio de Salud.

Los mandos insistieron en que uno de sus grandes objetivos es localizar y matar al líder de Hamás en la Franja, Yayha Sinwar, pero de momento no han logrado dar con el lugar donde se esconde.

La guerra se intensifica e Israel recibió un mensaje de Estados Unidos en el que le pidió distinguir en sus operaciones militares entre Hamás y los civiles palestinos, que son las grandes víctimas en estas cuatro semanas. «Lo que creemos es que cada hora, cada día de esta operación militar, el gobierno israelí debería tomar todas las medidas posibles a su disposición para distinguir entre Hamás, los terroristas que son objetivos militares legítimos, y los civiles, que no lo son», declaró a la cadena CNN el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. Esta sugerencia de Washington no varía un milímetro el apoyo firme de Estados Unidos a la operación israelí.

Sullivan también se refirió a la grave escalada de tensión en Cisjordania y recordó a Netanyahu que «tiene la responsabilidad de controlar a los colonos», cuyo aumento de acciones violentas contra los palestinos es «totalmente inaceptable». Desde el inicio de la guerra las fuerzas israelíes y los colonos han matado al menos a 114 palestinos. La respuesta del Ejército a las críticas de Sullivan fue el arresto administrativo del líder colono Ariel Danino.

Además de Cisjordania, la frontera norte con Líbano volvió a vivir un día de choques y los proyectiles de Hizbolá llegaron hasta Kiryat Shemona.