El nepotismo en el Ministerio alemán de Economía erosiona la 'coalición semáforo' de Scholz

El escándalo estalló la semana pasada, al saberse que el Secretario de Estado de Energía, Patrick Graichen, había elegido como principal burócrata al frente del cambio energético a su propio ahijado, Michael Schäfer. El 'Affaire Padrino', como jocosamente lo ha apodado la prensa alemana, ha desvelado además que otros conocidos de Graichen han ido entrando también en la nómina del Ministerio. Uno de ellos es el cabildero ecológico Rainer Baake, también miembro del partido Los Verdes. Graichen lo incluyó en el grupo de expertos 'Agora Energiewende', donde fue nombrado como sucesor del Secretario de Estado. Baake es también director de la 'Fundación Neutralidad Climática' y designado por Habeck como representante especial para la cooperación climática y energética germano-namibia en julio.

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Luego está la pareja formada por Felix Matthes y Regine Günther. El primero trabaja en el mismo Öko-Institut de Friburgo que los hermanos de Graichen, Jakob y Verena, casada a su vez con el secretario de Estado Michael Kellner. El Öko Institut ha recibido encargos del gobierno por valor de 2.000 millones de euros, una práctica muy extendida. En julio de 2022, cuando Habeck encargó un seguimiento de la transición energética que fue asignado oficialmente a una 'comisión independiente' integrada por «cuatro reconocidos expertos en energía», la tarea recayó en Günther, Senadora de Transporte y Medio Ambiente en Berlín hasta 2021 y miembro del consejo de administración de la 'Fundación de Neutralidad Climática'. Graichen, por lo demás, ha contratado en el Ministerio al menos a 60 empleados de Dena (Agencia de energía de Alemania )a dedo y sin pasar por el comité de presupuesto, conformando el conjunto una red de lobby en la que se desdibujan las líneas entre el Estado, las organizaciones medioambientales, los lazos famiiliares y la investigación independiente.

Todos estos datos han sido publicados en las dos últimas semanas por varios medios alemanes: desde el semanario Der Spiegel hasta la televisión pública ZDF. El secretario general de la CDU, Mario Czaja, denuncia que «cada vez está más claro que el secretario de Estado Graichen ha ido acomodando a la mitad de su clan familiar en la administración» y habla de «estructuras de clanes verdes». Y todo esto en un momento en que el Minsterio de Economía y sus planteles de expertos están exigiendo a la población alemana un reemplazo de los sistemas de calefacción que nadie sabe cómo pagar. Incluso dentro de su propio partido, Los Verdes, hay dudas sobre la gestión de crisis del ministro, que por el momento cubre las espaldas a los suyos. «En mi opinión, Patrick Graichen es el hombre que salvó a Alemania de una grave crisis energética», ha dicho sobre el hombre que permanece en el centro del escándalo.

Tras poco más de un año en la coalición de gobierno, el desgaste de los Verdes es evidente. No solamente han caído hasta el 14% en las encuestas, por detrás incluso de la extrema derecha de AfD, sino que además están perdiendo a figuras destacadas y carismáticas que aseguraban bastiones locales. Habeck insiste en su respaldo a Graichen. «Donde se han producido errores no quiero encubrir nada, pero donde no ha habido errores, sino que ha habido transparencia, es preciso abordarlo de forma diferenciada», ha dicho, reconociendo como único error el nombramiento del ahijado Schäfer, «hubo un error que está en vías de ser corregido y subsanado». El ministro de Economía se conforma con que el proceso de selección para la DENA comience de nuevo a partir de cero y se niega a despidos o destituciones en el Ministerio.