Milei fracasa en su intento de acercarse a la izquierda

Una de las principales sorpresas que se llevaron los argentinos en la tarde del lunes postelectoral ha sido la de ver que Milei hacía esfuerzos por aliarse con los partidos contra los que había despotricado antes, como Patricia Bullrich, a quien semanas atrás había acusado públicamente de «asesina». Pero también a la izquierda, después de sucesivas intervenciones en las que insultaba con furia el marxismo y la intervención del Estado. Esta semana, el libertario ha intentado convocar a la izquierda para integrar un posible Ministerio de Capital Humano en caso de asumir la Presidencia. «Las personas que más saben sobre esos temas son de izquierda», dijo, haciendo una inédita concesión.

Además de haber sacado en las elecciones un porcentaje de votos inferior al de las primarias, otra de las razones del sospechoso cambio de discurso del candidato tiene que ver con los resultados obtenidos en las urnas para la conformación del Congreso, dado que el oficialismo le arrebató a los libertarios un escaño, mientras que la izquierda ganó otra posición.

Pocas horas después de la sorpresiva invitación de Milei a formar parte de un potencial gobierno, dirigentes de la izquierda respondieron con un «no» rotundo, acusándolo además de fascista. «Es un oportunismo absurdo de alguien que planteó insistentemente durante un año que la izquierda es una mugre. Dijo que era hasta estéticamente y humanamente inferior a los liberales y ahora por la derrota que sufrió en las elecciones generales ha salido desesperadamente a intentar disimular su raigambre facho (fascista)», dijo el dirigente del Partido Obrero (PO), Gabriel Solano, a la agencia de noticias Télam.

Semanas atrás, la principal candidata a la Presidencia por la izquierda, Myriam Bregman, había acusado a Milei de ser un «gatito mimoso del poder económico» en el marco del primer debate televisivo entre cinco postulantes a la Casa Rosada.