Meloni quitará el subsidio de paro a quien rechace una oferta de empleo

Se dijo que para cumplir sus promesas electorales, hubieran sido necesarios casi 200.000 millones de euros. Pero el Gobierno Meloni ha tenido que alejarse de esas cifras electoralistas. La ley de presupuestos aumenta los gastos en 35.000 millones de euros, que en su mayor parte, concretamente 21.000 millones de euros, se destinan a ayudas para familias con los ingresos más bajos y empresas, por el coste de la energía y la inflación. El déficit público para el 2023 se elevará al 4,5% del PIB.

«Hemos concentrado los recursos en dos prioridades: crecimiento y justicia social», dijo Giorgia Meloni al presentar en rueda de prensa la ley de presupuestos, destacando que su Gobierno «no se ha limitado a un trabajo de contabilidad, sino que ha adoptado decisiones políticas», como un Ejecutivo de derechas. Por su parte, el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, añadió que se había seguido «una línea prudente, responsable y de coraje, al adoptar decisiones incluso impopulares».

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Sin duda, la más impopular, que está levantando protestas en los partidos de izquierda, ha sido el anuncio de que se inicia a desmontar la llamada «renta de ciudadanía», un subsidio para desempleados y personas en dificultades. Se aprobó en el 2019, por iniciativa del Movimiento 5 Estrellas, beneficiando a más de tres millones de personas, en su mayoría del sur, que perciben una media de 780 euros al mes. Giorgia Meloni anunció durante la campaña electoral que lo eliminaría cuando llegara al Gobierno. Este subsidio ha sido muy criticado por diversos partidos, porque desincentiva la búsqueda de trabajo. También se han dado muchos casos de corrupción, al percibirlos personas que no tenían derecho.

El proyecto de ley de presupuestos prevé que, a partir del 1 de enero de 2024, el subsidio quedará abolido. Durante el 2023 se eliminará gradualmente. Los perceptores de la «renta de ciudadanía», que estén en condiciones de trabajar (entre 18 y 59 años), tendrán el subsidio durante los primeros ocho meses de 2023. Deberán participar en un curso de formación de seis meses. Si rechazan un trabajo, perderán la ayuda (antes se permitía incluso decir no hasta dos ofertas laborales). En cambio, los beneficiarios del cheque mensual que no puedan trabajar seguirán recibiendo el subsidio hasta fines de 2023. A partir de 2024, las personas efectivamente frágiles o incapaces de trabajar, como enfermos o discapacitados, serán asistidos con una nueva forma de subsidio, dedicada exclusivamente a los pobres.

La «renta de ciudadanía» fue la bandera electoral del Movimiento 5 Estrellas, cuyos dirigentes gritaron cuando fue aprobada: «Hemos abolido la pobreza». Fue un sueño populista y demagógico. La pobreza no ha sido eliminada, pero lo que sí ha hecho el subsidio ha sido favorecer el clientelismo en el sur de Italia, salvando incluso al presidente del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, proyectándolo de hecho como en el principal líder de la oposición al Gobierno Meloni., al menos por el momento y hasta que el Partido Democrático elija un sucesor a su secretario Enrico Letta. El líder del Movimiento, Giuseppe Conte, ha reaccionado con rabia al plan anunciado por Giorgia Meloni para desmantelar la renta de ciudadanía, definiéndolo como una «masacre social».

«El Gobierno quiere eliminar -ha dicho Conte- la única ayuda que ha evitado que millones de personas se echen a la calle. Si quieren arremeter contra los últimos, encontrarán un muro. No podemos permitir una masacre social». Por su parte, Enrico Letta, líder del PD, ha anunciado que «el sábado, 17 de diciembre, se realizará nuestra manifestación contra una ley de presupuestos improvisada e injusta, teniendo en cuenta el riesgo de recesión y aumento de la inflación«.

Desde el punto de vista político, Giorgia Meloni cuenta con la ventaja de tener en frente a una oposición muy dividida. De ahí que en su primer mes como primera ministra, Giorgia Meloni haya dado la sensación de presidir un «gobierno que gobierna, que restablece el orden, que da seguridad, y hace valer los intereses nacionales», según Sabino Cassese, exministro y expresidente del Tribunal Constitucional.

Giorgia Meloni se está moviendo en línea con el Gobierno Draghi en política exterior y de defensa, tratando de demostrar seriedad y, en consecuencia, garantizando el pleno cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por Italia con la Unión Europea y la Alianza Atlántica. La imagen de Giorgia Meloni se ha visto así reforzada ante la opinión pública. Hermanos de Italia, el partido fundado por la primera ministra, que ganó las elecciones con el 26% de los votos, ha crecido hasta el 30,4% en intención de voto, según una encuesta de la sociedad SWG publicada esta semana.