Meloni cumple cien días al frente de un gobierno moderado y pragmático
La primera ministra ha echado por tierra las previsiones más sombrías con una gestión aplaudida y popular
La coalición de derechas vence con claridad en las elecciones italianas: euroescepticismo y una derecha fragmentada en la Italia de Meloni
Meloni, tras su victoria: «Es la hora de la responsabilidad y de unir a todos los italianos»

Giorgia Meloni celebra los primeros cien días como primera ministra con un aumento notable de su popularidad, la aprobación de la Comisión Europea a su gestión, el aplauso de los mercados y el incienso de los medios internacionales. En poco más de tres ... meses, Meloni ha echado por tierra todas las predicciones más sombrías que se lanzaban contra el Gobierno de las derechas.
Meloni aprovechó ayer el dato simbólico de sus cien días en el Palacio Chigi para enviar al país un mensaje sobre su idea de Italia, con motivo de la presentación en Roma del Proyecto Polis de Correos, al que estaban invitados 7.000 alcaldes: «El mensaje que se envía es que queremos unir a Italia, fortalecer los lazos, reparar el tejido entre las ciudades más grandes y las más pequeñas, garantizar a todos los ciudadanos exactamente el mismo derecho a acceder a los servicios de manera simple y rápida. No nos resignamos a la idea de que haya territorios y servicios de Serie A y Serie B. Queremos una sola Italia con los mismos servicios y derechos para todos».
Freno a Salvini
A la Liga de Matteo Salvini, que propugna una Italia con autonomías de las regiones a diversas velocidades, dedica una frase, haciendo especial hincapié para disipar los temores que suscita esa reforma en el sur del país: «Italia es una, única y unida». Es, sin duda, una estocada al plan autonómico de la Liga. «En la situación actual, no creo que haya lugar para personalismos y pequeñas broncas políticas a costa de los ciudadanos. Esta nación necesita la responsabilidad de su clase dirigente». Con entusiasmo, sin esconder las dificultades, Meloni considera que Italia puede ser un ejemplo: «Todavía podemos ser un modelo, un ejemplo a seguir por otros, un modelo que otros copien. Hemos enseñado tanto, pero aún podemos enseñar mucho».
Horas antes de su encuentro con los alcaldes italianos, Meloni hizo un balance de sus primeros cien días al frente del Gobierno. «Italia está en una situación más sólida de lo que algunos quieren hacer creer». Para demostrarlo, la primera ministra aportó algunos datos relevantes: «La prima de riesgo en los últimos cien días ha caído de 236 a 175 puntos básicos. La bolsa registró un aumento del 20 por ciento, el Banco de Italia estima que la economía italiana se recuperará con fuerza en la segunda mitad de 2023 y que la inflación volverá a niveles aceptables».
Comunicación clara
Meloni destacó que su Ejecutivo no busca «medidas anuncio», sino soluciones, y criticó a los que hacen constantes anuncios publicitarios de sus logros: «He visto gobiernos que necesitaban comunicar cada día diferentes iniciativas, pero esas iniciativas no eran soluciones. Quiero soluciones. Las respuestas estructurales, las que no son 'spot', requieren trabajo y precisión».
Meloni está siguiendo, en líneas generales, las políticas de su antecesor, Mario Draghi, tanto en economía como en política exterior. Demostrando pragmatismo, la primera ministra se ha alejado del euroescepticismo y del soberanismo, las raíces de Hermanos de Italia, el partido que fundó en 2012. Ha renunciado a eslóganes o símbolos que irritaban en la Unión Europea. Los Presupuestos para 2023 presentados en Bruselas siguieron el camino marcado por Draghi, incorporando incluso el rigor para no excederse en el incremento de la deuda pública. En política exterior, ha dado pruebas de absoluta fidelidad a la Alianza Atlántica, sin ceder ni un milímetro a ciertas debilidades pro Putin de sus aliados, Berlusconi y Salvini, que acaban de votar en el Parlamento la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2023 del envío de armas a Ucrania.
Meloni está siguiendo, en líneas generales, las políticas de su antecesor, Mario Draghi, tanto en economía como en política exterior
Meloni ha sabido dar marcha atrás en algunas decisiones iniciales precipitadas o improvisadas. Por ejemplo, en la campaña electoral prometió eliminar impuestos especiales que encarecen los combustibles, pero al llegar al Palacio Chigi tuvo que reconocer que no podía cumplir su promesa por el estado de las cuentas públicas. A pesar de algunos errores, Meloni ha ganado popularidad, pasando del 26 por ciento de su partido en las elecciones generales del 25 de septiembre a un promedio del 30 por ciento en intención de voto en las encuestas.
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