María Corina Machado, dispuesta a negociar con Maduro pero sin compartir el poder

Aunque Machado aclaró que las conversaciones no han empezado todavía entre la oposición y el Gobierno, los cuatro puntos del pacto que lanza son los siguientes: en primer lugar, la negociación debe basarse en el reconocimiento de los resultados del 28 de julio que dan por ganador a Edmundo González; en segundo lugar, habría que establecer una negociación para la transición democrática en donde «no vamos a negociar resultados ni aceptar un esquema compartido»; en tercer lugar, Machado especificó, según recoge la agencia Afp, que otorgarán «garantías, salvoconductos e incentivos para las partes involucradas», en este caso el régimen que fue derrotado en esa elección presidencial.

Y por último, la opositora inhabilitada pone sobre la mesa una negociación «donde estén representados todos los sectores de la sociedad civil, los líderes políticos y los actores de la sociedad que están comprometidos con la transición democrática en donde no vamos a hacer un gobierno compartido», insistió. «Estamos decididos a avanzar en una negociación. Será un proceso de transición complejo, delicado, en el cual vamos a unir a toda la nación», ha señalado Machado.

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La líder opositora informó que habían logrado una alineación con la comunidad internacional y que espera que los presidentes de Brasil, Chile, Colombia y México ayuden para establecer los términos de las próximas conversaciones. De hecho, tres de estos países -Colombia, Brasil y México- han firmado un comunicado en el que piden a Maduro que presente las actas de los resultados desglosadas mesa por mesa del CNE, con una verificación internacional solvente y creíble y que el Tribunal Supremo de Justicia no debe intervenir.

Mientras se discute sobre la cuestionada proclamación de Maduro como presidente reelecto en su tercer mandato con el 52% de los votos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin mostrar las actas, el mandatario ha endurecido la represión con una cacería y persecución contra los opositores que se han saldado con más de 2.200 detenidos y 24 asesinatos después de los comicios. El jueves tuvo lugar una vigilia por los detenidos y presos políticos en la plaza de Los Palos Grandes organizada por varias ONG de derechos humanos.

Mientras el régimen parece obsesionado en silenciar las plataformas con las que se informan y se comunican los venezolanos -Maduro mostró en la televisión cómo desinstalar WhatsApp, y ahora ha ordenado bloquear la red social X, con cuyo propietario, Elon Musk, mantiene una guerra dialéctica-, la represión se extiende a activistas y periodistas -algunos de ellos han visto sus pasaportes invalidados-. Estos días los tribunales han imputado por terrorismo a cuatro informadores detenidos tras las elecciones en Venezuela.

Y los arrestos contra políticos continúan. Así la policía secreta del Sebin ha detenido de forma arbitraria al exgobernador del Táchira, Williams Dávila, tras asistir a la vigilia en Los Palos Grandes. A su vez, la hija de Américo De Grazia, dirigente de Bolívar, denunció que tienen a su padre recluido en El Helicoide, la sede del Sebin, donde torturan a los presos políticos.

Después de las elecciones, Américo De Grazia había denunciado la detención de Carlos Chancellor, exalcalde del municipio Sifontes del estado Bolívar, que es el padre de Chancellor, un conocido jugador de fútbol.