Mapa de la guerra en Ucrania: Rusia se retira pero la batalla de Jersón no ha terminado
Invasión de Ucrania
El Gobierno ruso ha evitado asumir esta retirada como una derrota y habla, en cambio, de cuestiones logísticas. Entretanto, Kiev no descarta que todo sea una trampa para lanzar una contraofensiva
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Rusia ordenó ayer a sus tropas que se retiraran cerca de la estratégica ciudad de Jerson, en el sur de Ucrania, en uno de sus mayores reveses de la guerra hasta el momento, aunque Ucrania asegura dudar aún de las intenciones de Moscú.
Mijailo ... Podoliak, asesor del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sosiene que Rusia quería convertir a Jersón en una «ciudad de la muerte» y acusó a Moscú de minar todo, desde apartamentos hasta alcantarillas, y de planear bombardear la ciudad del sur de Ucrania desde el otro lado del río Dniéper.
«El Ejército ruso ha minado todo lo que ha podido: apartamentos, alcantarillas. La artillería en la orilla izquierda (del río Dniéper) planea convertir la ciudad en ruinas», ha afirmado Podoliak.
El Gobierno ruso ha evitado asumir esta retirada como una derrota y habla, en cambio, de cuestiones logísticas. Entretanto, Kiev no descarta que todo sea una trampa para lanzar una contraofensiva, una tesis que han compartido en los últimos días tanto autoridades militares como políticas.
«Así es como se ve el 'mundo ruso': vinieron, robaron, celebraron, mataron 'testigos', dejaron ruinas y se fueron», ha repasado en Twitter, un día después de que Moscú confirmase el repliegue y el paso definitivo a la ribera derecha del Dniéper tras la evacuación de decenas de miles de personas.
ISW no cree que sea una trampa
Pese a los temores de Kiev, el think tank estadounidense ISW ve poco probable que la retirada rusa de la orilla occidental del Dniéper sea una trampa destinada a atraer a las tropas ucranianas a combates de desgaste cerca de la ciudad de Jersón, como han sugerido algunas fuentes ucranianas y occidentales.
ISW cree que hay indicadores de que las fuerzas rusas, los activos militares y económicos y los elementos de ocupación se han retirado constantemente de la orilla occidental a través del río Dniéper, y los altos mandos rusos han estado anticipando esta situación y preparándose para la retirada de una manera que es incompatible con una campaña para engañar y atrapar a las tropas ucranianas.
«La batalla de Jersón no ha terminado, pero las fuerzas rusas han entrado en una nueva fase, priorizando la retirada de sus fuerzas al otro lado del río en buen orden y retrasando a las fuerzas ucranianas, en lugar de tratar de detener la contraofensiva ucraniana por completo», concluye.