Maduro remodela la cúpula del Ejército venezolano con hombres de confianza

Maduro ha ratificado a Vladímir Padrino como ministro de Defensa y a Domingo Antonio Hernández al frente del Mando Estratégico Operacional. Además, ha designado a Johan Hernández como comandante del Ejército, al almirante Ashraf Suleimán al frente de la Armada, y a Lenín Ramírez al mando de la Aviación. También ha nombrado a otros cargos como el de la Guardia Nacional (Elío Estrada) o Inteligencia (Alexis Rodríguez).

Por otro lado, el mandatario ha agradecido a «quienes cumplieron su labor durante todo este tiempo frente a las importantes responsabilidades que llevaron a cabo de manera impecable» y ha «augurado éxito a quienes son llamados a servir». «Tenemos una FANB unida, consolidad, robusta y sobre todo con una visión clara (...) Les dije claramente, le señalé el rumbo como comandante en jefe constitucional y eso les arde a los fascistas, pero aquí está el comandante del pueblo y obrero», ha dicho. En este sentido, ha asegurado que las Fuerzas Armadas venezolanas son «antiimperialistas, antiapellidos, anticolonialistas y totalmente populares».

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La líder opositora ha pedido en más ocasiones al Ejército que cumpla con su deber constitucional de respaldar al presidente elegido por el pueblo, que es González, y no al régimen de Maduro, que perdió en las urnas en los pasados comicios. «Ciudadano militar, Venezuela te necesita, sé protagonista de la historia que está gestando la nueva república, no avales un régimen que va de salida, escucha tu conciencia (…). El cambio ya arrancó y es indetenible», dijo el domingo la líder en un vídeo transmitido por las redes sociales.

Además de las presiones de Machado, Edmundo González también ejerce presión en el plano internacional, hablando con los jefes de Gobierno de la Unión Europea y los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde viajará próximamente para pedir el respaldo a la voluntad popular venezolana representada en su persona.

El régimen de Maduro forzó a González hace seis semanas a pedir asilo a España. Ha prometido regresar a Caracas para la toma de posesión del cargo el 10 de enero. El presidente electo ha logrado el reconocimiento de 31 países, pero no el del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Ninguna de estas presiones, ni la amenaza de sanciones contra 16 altos cargos de su Gobierno ni las recompensas por la captura de sus cabezas, han logrado tambalear a Maduro y su entorno. El régimen chavista, de manera terca y obstinada, no quiere ceder ni comenzar las negociaciones de transición con la oposición victoriosa representada por González, Machado y la coalición de la Plataforma Unida Democrática.

Estos cinco meses de espera antes de la transmisión del poder en enero han sido largos, complejos, represivos y llenos de incertidumbre. Y no hay certeza de que González pueda tomar posesión de la presidencia como lo prometió en enero. La economía del país está postrada, casi paralizada mientras crece la inflación y se devalúa el bolívar. Maduro intenta normalizar la situación convocando la navidad por adelantado en octubre y las elecciones regionales tal vez en diciembre para que la gente se olvide de su pucherazo del 28-J.

Tanto González como Machado se han opuesto al adelanto de las regionales sin haberse resuelto antes los polémicos resultados electorales de las presidenciales. Han denunciado la intención del chavismo de acaparar todo para perpetuarse en el poder.

A las presiones internacionales y militares de los opositores se suma la presión del éxodo de venezolanos por las fronteras terrestres. Del goteo de 50 migrantes ha subido a 100 y 200 personas diarias que van a Colombia. La ola migratoria también toca a Brasil. Los informes señalan que podría escalar entre 3 y 5 millones de nuevos migrantes.

En sus mensajes en las redes María Corina hace grandes esfuerzos para que los profesionales y técnicos, especialmente los maestros y médicos no abandonen el país. Pero no todos tienen paciencia para esperar en estas condiciones precarias el incierto cambio de gobierno pese haber votado en su mayoría por González.