Maduro no presenta las pruebas de su reelección tres meses después de los comicios

En este tiempo, Maduro no ha presentado las actas de votación que certifiquen que supuestamente fue el vencedor de los comicios con el 52%, como lo proclamó el Consejo Nacional Electoral (CNE) mientras que su adversario, el opositor Edmundo González Urrutia, sí ha mostrado en la página web de los resultados las pruebas de su victoria con el 67% de los votos.

Ya se ha vencido el plazo de la presentación de los resultados electorales y del recuento de los votos. La líder María Corina Machado, que ha promovido la candidatura de González, afirma que después de tres meses se venció el tiempo de presentación de la votación y que lo único que le queda a Maduro es «negociar la transición para la entrega del poder».

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«Nadie puede pasar la página del 28 de julio. Mañana se cumplen tres meses del día en que derrotamos por paliza a Maduro y a él solo le queda negociar una transición democrática asumiendo ese resultado y que jamás tendrá la legitimidad que quiere», dijo María Corina al diario la 'Folha de Sao Paulo'.

Machado le advirtió a Maduro que la negociación debe pasar por el reconocimiento de los resultados del 28 de julio. Y abogó para que la comunidad internacional aumente las presiones sobre Nicolás Maduro para forzarlo a negociar su salida.

Pero Maduro no muestra ninguna intención de negociar su salida. Ha hecho alardes propagandísticos de que su viaje a la cumbre de los Brics fue todo un éxito cuando la negativa de su ingreso señala que fue un fracaso.

Incluso el ex presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, lo critica. Dice que Lo que sucedió en la XVI Cumbre de los Brics, celebrada en la ciudad de Kazán de la Federación Rusa, fue un estruendoso fracaso para el gobierno de Nicolás Maduro, una señal del deterioro y precariedad del país a nivel internacional.

Ramírez considera que no existe antecedente de una situación análoga en el mundo diplomático y político internacional. «Urgido de legitimidad, más aún, después del fraude del 28 de julio, Maduro viajó a Rusia, tras recibir las seguridades de la vicepresidenta de la República, quien estuvo, con gran prosopopeya mediática, de «avanzada política» en la Cumbre, sobre el ingreso de Venezuela a la organización.

Para su sorpresa el grupo Brics sí aprobó la membresía de Cuba y Bolivia pero no la de Venezuela.

Brasil le ha dado la espalda. Su principal aliado el presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva señaló que Maduro ha perdido credibilidad y confianza porque no ha presentado los resultados electorales cuando se lo había prometido.

La posición de Maduro se ha debilitado en el plano regional e internacional por la pérdida de apoyo de sus aliados, por lo que su tercera reelección no se ve clara. A su precaria posición se suma la lucha intestina de su gobierno entre los diferentes grupos de poder.

Los venezolanos cuentan los días que restan para la transmisión de mando prevista constitucionalmente para el 10 de enero, como si estuvieran deshojando la margarita. La toma de posesión de la Presidencia se la disputan tanto Maduro como el opositor González y todavía no hay seguridad de quién de los dos va a asumir el poder en definitiva, aunque la gran mayoría de los electores, el 70%, clama por el respeto de su innegable decisión.