Maduro decreta una reforma constitucional ante el empeoramiento económico y social

Maduro no ha aclarado qué tipo de reforma pretende hacer con la Constitución nacional de 1999, promulgada bajo el primer mandato del fallecido Chávez, que costó sangre, sudor y lágrimas a los venezolanos pues la carta magna fue hecha a la medida del teniente coronel golpista y fue catalogada como «la mejor constitución del mundo».

El mandatario solo ha informado que nombrará una comisión especial que se ocupará de redactar las reformas, pero no ha especificado los artículos que van a ser modificados. Solo adelantó que «será para el desarrollo integral del país y para embellecer la constitución».

La reforma también busca –según Maduro– reforzar el poder de las comunas, organizaciones civiles creadas por el chavismo encargadas de tareas como la distribución de alimentos subsidiados y la captación de votantes.

Una semana antes de su toma de posesión, Maduro nombró a los jueces de paz de las comunas en elecciones cerradas con la participación de simpatizantes chavistas designados a dedo sin ningún tipo de calificación y preparación jurídica. «Estos jueces de paz locales servirán para controlar a la sociedad. Serán los delatores (sapos) de quienes en su comunidad rechazan al chavismo para perseguirlos», dijeron fuentes consultadas por ABC.

La reasunción de Maduro empeora el panorama político, económico y social del país. Todos los analistas y economistas, incluidos los asesores chavistas, coinciden en los malos pronósticos para el 2025 debido al aumento de las sanciones económicas, petroleras e individuales contra los altos cargos que acompañan al régimen. El crecimiento estará entre 2 y 4 % del PIB, es decir, se mantendrá en el mismo nivel que en el 2024, cuando había comenzado a repuntar del hundimiento acumulado registrado del 74%, según la consultora Ecoanalítica.

En 2024, la inflación fue de 60%, según fuentes extraoficiales, la segunda más alta de la región después de Argentina. Y es probable que se repita en el 2025 con sucesivas devaluaciones del bolívar. La dolarización ya domina el 70% de la economía nacional. Hay más de 7.100 millones de dólares. Y el Gobierno se beneficia del ingreso de las remesas de los migrantes venezolanos.

Con la juramentación de Maduro pocos inversionistas querrán venir a Venezuela. Los que planeaban invertir se lo piensan dos veces porque se trata de un régimen ilegítimo Y pocos se aventuran a invertir en un país que no da garantías para las inversiones extranjeras, dice el economista José Guerra entre otros.

En lo social Maduro también enfrenta el peor escenario salarial. Con un salario mínimo de 2 dólares que ganan los jubilados y pensionados no hay quien vote por el chavismo. «Son unos salarios de hambre, 2 dólares de sueldo cuesta 1 litro de leche», comentaba uno de los 4 millones de venezolanos que tiene ese ingreso.

Los venezolanos tienen los salarios más bajos del mundo. Por eso es que emigran al extranjero, formando esa diáspora de casi 8 millones de personas, la más numerosa después de Siria y Ucrania. La opositora María Corina Machado proyecta que si continúa Maduro unos 3 millones de venezolanos volverán a salir al exterior.

Maduro también enfrenta el mayor índice de violencia social. Unos 55 mil venezolanos han muerto de forma violenta durante los doce primeros años de su gobierno, según reportan las ONG como Observatorio Venezolano de Violencia.

La reforma constitucional también permitirá normalizar la violencia. El régimen oculta las cifras verdaderas de los decesos y homicidios. No hay información oficial sobre los muertos y asesinatos desde hace años, sumados a la represión política, lo que impulsa la fuga de los venezolanos al extranjero.