El Gobierno de EE.UU. niega «categóricamente un plan» de la CIA para derrocar a Maduro

El ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, dijo en una comparecencia televisada el sábado que el cerebro de esa supuesta trama para matar a Maduro era un soldado detenido en Caracas el 30 de agosto, Wilbert Joseph Castañeda Gómez. Entre los detenidos están también otros dos estadounidenses —Estrella David y Aaron Barren Logan—, dos españoles —José María Basua y Andrés Martínez Adasme— y un último ciudadano de República Checa —Jan Darmovzal—.

Según Cabello, EE.UU. introdujo las armas en Venezuela y reclutó a mercenarios, dos de ellos españoles, para matar a Maduro, a la vicepresidenta Delcy Rodríguez y a él mismo. Acusó asimismo al Centro Nacional de Inteligencia español de formar parte de un complot contra la dictadura. Se trata de una acusación directa a los estados norteamericano y español de tratar de forzar un cambio de régimen en Venezuela por medio de un golpe violento.

El soldado Castañeda Gómez tiene nacionalidad estadounidense y, se cree, mexicana. Es padre de cuatro hijos y desde 2009 está en el cuerpo de élite de los Navy SEALS de la Armada norteamericana. Está en servicio activo y tiene experiencia, según la dictadura, en explosivos, combate de proximidad y paracaidismo, entre otros. Fue destinado a Afganistán en 2010 y a Irak en 2014. En 2020 estuvo en Colombia como parte de una operación de cooperación con las Fuerzas Armadas de este país.

En principio, para la dictadura, la detención de este soldado norteamericano, que no es la primera de este tipo en suelo venezolano, es demostración de que la CIA, agencia de inteligencia norteamericana, está pilotando un plan para derrocar a Maduro de forma violenta.

Tanto el Departamento de Estado de EE.UU. como la Casa Blanca han confirmado las detenciones, que consideran secuestros. «Cualquier afirmación sobre la participación de EE.UU. en un complot para derrocar a Maduro es categóricamente falsa. EE.UU. continúa apoyando una solución democrática a la crisis política en Venezuela».

En mayo de 2020, la dictadura detuvo a dos norteamericanos, los ex Boinas Verdes Airan Berry y Luke Denman, acusados de formar parte de un plan para derrocar a Maduro coordinado por un venezolano exiliado, Clíver Alcalá, y un estadounidense, Jordan Goudreau. El régimen acusó entonces a la CIA de estar tras aquel fallido plan, algo que EE.UU. negó. Goudreau, que era soldado retirado, dijo a este diario que él y sus hombres actuaban por libre, con un plan propio para tomar el poder en Venezuela.

Cuando Joe Biden decidió indultar y extraditar a Alex Saab, el testaferro de Maduro que estaba siendo juzgado en EE.UU., la dictadura entregó a los dos Boinas Verdes en un canje de prisioneros sin precedentes, que fue duramente criticado por los republicanos, quienes alertaron de que Maduro volvería a secuestrar a ciudadanos americanos para canjearlos según sus intereses.

Antes de que Cabello compareciera este sábado para anunciar la detención, la Casa Blanca ya reveló que sabía que un soldado estadounidense había sido detenido y advirtió que este no tenía permiso para abandonar el país y visitar un país como Venezuela, al que el Departamento de Estado recomienda no viajar por el riesgo de secuestro.

EE.UU. cree que los detenidos se hallan en el Helicoide, el edificio en el que el servicio de inteligencia del SEBIN mantiene sus detenciones arbitrarias y comete sus torturas.

La Armada y el Departamento de Estado norteamericanos están en contacto indirecto con la dictadura, pues ambos países no tienen relaciones diplomáticas. «Lógicamente estamos en contacto, como es de esperar, con las autoridades de Venezuela para tratar de obtener más datos e información sobre este asunto», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, en la conferencia de prensa de la Casa Blanca del miércoles.

Según informa la agencia Efe, los familiares de los dos españoles detenidos, ambos de Bilbao, habían denunciado ante la Ertzaintza su desaparición el pasado lunes y la policía vasca les comunicó después que habían sido detenidos en ese país. Los dos entraron en Venezuela como turistas, y la dictadura les acusa de ser mercenarios a sueldo de la CIA.

Cabello, en su comparecencia televisiva, afirmó que el CNI español «tenía mercenarios de origen francés para tomar el aeropuerto de Maiquetía, tenían un plan muy parecido a la Operación Gedeón». Esta operación fue un intento fallido de invasión marítima a Venezuela en 2020. Los dos españoles fueron detenidos en la ciudad fronteriza de Puerto Ayacucho. Cabello afirmó sin pruebas que los dos individuos tienen conexiones con un grupo de mercenarios europeo y con dirigentes del partido opositor Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado.

Un funcionario del Ministerio de Exteriores de España dijo a la agencia Reuters que han pedido a Venezuela más información. «La embajada española ha enviado una nota verbal al Gobierno de Venezuela pidiendo acceso a los ciudadanos detenidos para verificar sus identidades y su nacionalidad y para saber de qué se les acusa exactamente», dijo la fuente a Reuters, bajo condición de anonimato.

Tradicionalmente, la dictadura detiene a extranjeros a los que mantiene bajo acusaciones infundadas, por razones de seguridad nacional, para después canjearlos como hizo a finales de 2023, cuando consiguió la liberación de Saab, el testaferro que atesora información crucial sobre los negocios internacionales de la dictadura.