Macron resiste a los sindicatos, con menos manifestantes y huelguistas

Menos huelguistas y menos manifestantes en la tercera jornada nacional de protesta contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones

Un hombre derriba un contenedor de botellas durante la manifestación contra la reforma gubernamental del sistema de pensiones en París EFE

Juan Pedro Quiñonero

Corresponsal en París

Menos huelguistas y menos manifestantes en la tercera jornada nacional de protesta contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, el martes. Pero los sindicatos convocan para el sábado otra jornada de lucha contra el proyecto de Emmanuel Macron, prolongando una incierta ... guerra.

Al final de la jornada de huelgas y protestas, los estallidos de violencia relativa, en la parisina plaza de la Bastille, con muchos gases lacrimógenos, cargas policiales y violencias callejeras, nubes tóxicas de cócteles Molotov y fumígenos, confirmaban una determinación callejera, que las centrales sindicales resumían con estas declaraciones de principios: «La reforma es intolerable. No pararemos hasta que se retire completamente». «Hacer trabajar hasta los 64 años es una regresión social».

Según los sindicatos, en Francia (68 millones de habitantes), más de doscientas manifestaciones reunieron «cerca de 2 millones de personas». Cifra a la baja. El 19 y el 31 de enero, los mismos sindicatos reivindicaban entre 2 y 2,5 millones de personas.

El ministerio del Interior anunciaba cifras más modestas: entre 1,27 y 1,14 millones de personas, el 31 y el 19 de enero pasados. Unos 757.000 manifestantes en toda Francia. Cifra muy modesta.

Las huelgas convocadas para «paralizar» el país, también parecían relativamente más modestas, durante la jornada del martes.

En los ferrocarriles franceses, la movilización retrocedió del 46,30 al 25 % de participación. Retroceso del 35 al 14 % de participación en la educación. Retroceso del 12 al 4,5 % de participación en la función pública. Por el contrario, agravación en un terreno sensible, la distribución de combustibles, donde los sindicatos siguen contando con una movilización del 56 %, temiéndose problemas de abastecimiento en sectores como la distribución en centros comerciales.

Mientras la Asamblea Nacional sigue discutiendo el proyecto, con muchos enfrentamientos verbales, a primera sangre política, los sindicatos han convocado una nueva jornada de manifestaciones y protestas para el próximo sábado, día 11.

Raymond Soubie, antiguo consejero para asuntos sociales de dos presidentes conservadores, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, analiza la crisis de fondo de este modo: «Si Emmanuel Macron cede a la presión callejera estaría muerto políticamente. Su presidencia terminaría de mala manera. Al mismo tiempo, el presidente se equivocaría pensando que el retroceso del número de manifestantes, el martes, anuncia el »fin«. Puede temerse lo peor. Todo el mundo sabía que los sindicatos habían convocado otra huelga, el sábado, que es muy bien día para manifestaciones. Los sindicatos retrocedieron el martes, pero pueden crecer el sábado. La guerra sigue, incierta».

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