Macron dialoga con los enviados de Trump para reducir la tensión sobre Ucrania y la guerra comercial
Antes de recibir a Marco Rubio y a Steve Witkoff, el presidente francés conversó por teléfono con Zelenski
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Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónEmmanuel Macron, acompañado de su ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, celebró este jueves en el Elíseo una comida y reunión de trabajo con Marco Rubio, secretario de Estado de EE. UU., acompañado de Steve Witkoff, enviado especial de Donald Trump, para « ... discutir» de Ucrania, la guerra mundial de los aranceles y Oriente Próximo, «esperando favorecer y preservar la cooperación internacional».
Horas antes, Macron sostuvo una larga conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Al mismo tiempo, el presidente francés sostiene desde hace días una comunicación «fluida» con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, vetada personalmente por el presidente norteamericano desde el lanzamiento de la gran crisis internacional de los aranceles.
Las declaraciones de Zelenski, acusando a Steve Witkoff de «adoptar las posiciones de la Rusia de Putin», pudieron frenar de manera considerable las esperanzas del presidente francés. El comportamiento de EE.UU. en Naciones Unidas, adoptando un resolución favorable a Putin tampoco permitía tener ilusiones frenéticas.
A las pocas horas del lanzamiento en días pasados de su guerra comercial, «la más estúpida de la historia», según 'Wall Street Journal' (WSJ), Macron reaccionó con relativa energía, organizando reuniones de trabajo con empresas e industriales franceses, invitándolos a retirar o renunciar a sus proyectos de inversión en EE.UU.
Sentado ese principio de respuesta firme, nacional, Macron subrayó que, a su modo de ver, «la guerra comercial perjudicará a todos, comenzando por EE.UU.».
Días más tarde, Donald Trump ha enviado a París a dos de sus hombres de confianza, Marco Rubio y Steve Witkoff. A la espera imprevisible de las reacciones, en Washington y las capitales europeas, los comunicados oficiales del Elíseo, presentando la reunión y comida de trabajo, seguidos de comentarios oficiosos, confirman un «optimismo» muy relativo, invisible. Las ilusiones de Macron, esperando que el encuentro fuese «el principio de la negociación de una posible convergencia», tampoco fue confirmado al final de los encuentros, con un silencio quizá significativo.
En el terreno de la estrategia militar, Macron sostuvo una «larga» conversación telefónica con el presidente de Ucrania, antes de recibir a los enviados especiales de Trump. Pudiera pensarse que el presidente francés oficia de «intermediario» entre la angustia ucraniana y la lejanía aparente de la paz prometida por Trump, incapaz de frenar el militarismo más brutal de Vladímir Putin. No está nada claro que los enviados especiales del presidente norteamericano hayan podido anunciar decisiones capitales.
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Macron fue banquero de negocios antes que presidente, de ahí que, en el terreno de la estrategia comercial, tampoco caben espejismos ni vanas ilusiones. No es un secreto que Trump espera dividir a los aliados europeos, marginando a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, haciendo gestos unilaterales en direccional de sus europeos preferidos.
Consciente de la amenaza soterrada de una división de la UE ante EE.UU., Macron inició un diálogo informal con los enviados del presidente de EE.UU., esperando dos cosas: evitar la propagación de la guerra comercial sin cuartel y conseguir alguna forma de «negociación» oficiosa, insistiendo en la dimensión multilateral, europea, para no caer en la trampa de los conflictos nacionalistas entre los miembros de la Unión y Washington.
En el Elíseo se sucedieron ocho horas de diálogos entre Macron sus consejeros y ministros, conversaciones con representantes del Reino Unido, Alemania, Ucrania y los enviados especiales de Trump. Tras una agenda tan cargada, los portavoces oficiales y oficiosos del presidente francés guardaban un prudente silencio sobre los resultados concretos de ese infrecuente maratón de conversaciones diplomáticas.
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