Macron anuncia un giro estratégico en las relaciones con la Venezuela de Maduro
A primeros del 2020, Macron recibía en el Elíseo a Juan Guaidó, presidente interino, por aquellas fechas, asumiendo que las elecciones venezolanas del 2018 habían sufrido de muchos fraudes
El cordial apretón de manos entre Maduro y Macron en la COP 27: «¿Cuándo nos visitas?»
Corresponsal en París
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Iniciar sesiónLa crisis energética mundial acelera cambios en todos los frentes diplomáticos europeos. Emmanuel Macron ha confirmado personalmente a Nicolas Maduro el giro estratégico de 180 grados de la diplomacia de Francia hacia Venezuela, pasando del no reconocimiento a la sugestión de proyectos diplomáticos ... y empresariales comunes, comenzando en el terreno de la energía.
Durante un breve encuentro 'accidental' entre el presidente de Francia y el presidente de la República bolivariana de Venezuela, en Charm el-Cheikk (Egipto), en el marco de la COP27, Macron se apresuró a tender su mano a Maduro, preguntándole, con una sonrisa: "¿Cómo van las cosas por Venezuela?". Vagamente sorprendido, Maduro respondió sonriendo: "Cada día mejor".
Prolongando un inconfesable diálogo diplomático bilateral y personal, el presidente venezolano se apresuró a preguntar: "¿Cuándo viene por Venezuela?". El presidente francés respondió de manera muy positiva y elocuente: "Me encantará que podamos hablar largamente para poder iniciar un trabajo bilateral útil para toda la región".
En cinco minutos muy cortos y cuatro frases, directas y elocuentes, la pareja Macron - Maduro consumaban un giro diplomático de 180 grados que había comenzado a finales del mes de junio pasado.
Al final de la cumbre del G-7 en Elmau (Alemania), el 27 de junio pasado, el presidente francés hizo este breve declaración/proposición: "Quizá debamos poner en marcha una diversificación de aprovisionamientos energéticos, viniendo de Irán y Venezuela". En Caracas, Nicolás Maduro se apresuró a reaccionar a través de todas las cadenas de radio y tv: "¡Presidente Macron! Venezuela está dispuesta a recibir a todas las empresas francesas que quieran producir gas y petróleo".
El tenso apretón de manos entre Maduro y Macron en la COP 27: «¿Cuándo nos visitas?»
M. L.Los presidentes de ambos países mantuvieron una conversación de apenas dos minutos en la cumbre del clima celebrada en Egipto
Cien días más tarde, Macron y Maduro se cruzan en Egipto, en los pasillos de la COP27 e intercambian un apretón de manos que puede percibirse como el posible inicio de nuevas relaciones bilaterales, abriendo un abanico de posibilidades empresariales para grandes grupos franceses, como Total, muy presentes en el mercado mundial.
Anunciando al presidente venezolano una "llamada telefónica personal", con la que poner en marcha un "nuevo diálogo bilateral sobre toda la región", Macron fija la matriz de posibles acciones, bilaterales y multilaterales, con la eventual participación de otros interlocutores regionales.
De entrada, el presidente francés desea establecer con el presidente venezolano el marco y alcance de la posible implantación de empresas francesas en Venezuela. A partir de ahí, Macron sugiere que París y Caracas pudieran "asociar" a otros "países vecinos" a ese diálogo estratégico de fondo, consumando una ruptura con la diplomacia francesa del último quinquenio.
Guaidó, olvidado
En 2019, el Macron y su gobierno sostenían esta postura oficial : "Francia apoya la organización rápida de nuevas elecciones libres y transparentes". El presidente francés declaraba: "Los venezolanos tienen derecho a expresarse libre y democráticamente". A primeros del 2020, Macron recibía en el Elíseo a Juan Guaido, presiente interino, por aquellas fechas, asumiendo que las elecciones venezolanas del 2018 habían sufrido de muchos fraudes.
Dos años más tarde, el mismo Macron parece olvidarse de Guaido y anuncia su deseo de "colaborar más estrechamente" con Nicolas Maduro.
Cambio personal, nacional, que se inscribe en los movimientos geológicos que está precipitando la crisis energética mundial, consecuencia de la guerra de Ucrania, en todas las diplomacias europeas.
Búsqueda de aliados
Esa doble crisis, militar y energética, aceleró las tensiones entre Francia y Alemania, deteriorando gravemente una amistad privilegiada. Las mismas crisis aceleraron las críticas de Polonia contra la pareja franco - alemana, y, en particular, contra Berlín. Olaf Scholz, canciller de Alemania, no dudó en tomar medidas económicas y diplomáticas nacionales, alejadas del consenso europeo. Emmanuel Macron no ha dudado en ofrecer a Nicolás Maduro una amistad particular o privilegiada, si Venezuela acepta la "colaboración" de las grandes empresas petrolíferas francesas.
Macron comenzó su primera presidencia proponiendo crear un pilar europeo de la defensa y lanzar proyectos industriales y energéticos llamados a defender la soberanía continental de Europa. Alemania hizo oídos sordos, prefiriendo el paraguas atómico de los EE. UU. y los suministros de gas rusos. Tras el intento de invasión rusa de Ucrania, abriendo una crisis energética mundial, los aliados europeos no siempre están de acuerdo en las nuevas medidas de presión contra la Rusia de Putin. La Francia de Macron ha optado por defender sus intereses nacionales: confirmando relaciones privilegiadas por Argelia, gasoducto con España para consolidar Marsella en un puerto estratégico para Europa. Siendo Venezuela uno de los grandes productores mundiales de gas y petróleo, Macron considera imprescindible enterrar sus críticas al régimen de Maduro, a la espera de contratos para las grandes empresas francesas, como Total, bien implantada en Rusia desde mucho antes de la guerra de Ucrania.
Puente con América Latina
La familiaridad palmaria del breve diálogo entre el presidente francés y el presidente venezolano, en los pasillos de la COP27, anunciando su deseo de "continuar dialogando", parece confirmar el interés mutuo en las nuevas relaciones, en el marco de todo el cono sur. Detalle que afecta indirectamente a España.
Desde el ingreso de España en las antiguas CEE, todos los gobiernos españoles aspiraron a servir de "puente" entre las Américas y Europa. Aspiración relativamente utópica. México, gran potencia regional, no necesita a España para negociar con Washington o Bruselas. Caracas, capital muy influyente en la escena energética mundial, no necesita a Madrid para dialogar con Washington, Bruselas o Moscú.
Hasta ahora, grandes empresas españolas, como Repsol, han podido beneficiarse de las históricas relaciones de España con todo Hispanoamérica. Macron aspira a ganar para Total y otras empresas francesas un puesto significativo en la Venezuela energética. Si el diálogo personal, telefónico, entre Maduro y Macron tuviese éxito, a corto plazo, Francia podría proponer un diálogo regional en el que también participaran otros países americanos. Prudente, en Sharm el-Sheij, Macron comenzó por aceptar el diálogo que Maduro propuso a finales de junio pasado. Como ocurrió con el viaje de Olaf Scholz a Pekín, el resto de los aliados asisten como convidados de piedra a unos movimientos de peones nacionales de Alemania y Francia. Tanto el canciller de Alemania como el presidente de Francia utilizan un lenguaje multilateral en el seno de la Unión Europea (UE) pero defienden sus intereses y ambiciones, en Pekín y Caracas, desde una óptica férreamente nacional.
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