Lula vuelve al quirófano y responde bien a la cirugía
El líder brasileño, impulsado a la reelección, alimenta las especulaciones sobre su estado de salud y su edad
Lula da Silva, sometido a una cirugía de urgencia por hemorragia cerebral
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió el jueves al quirófano para una segunda cirugía cerebral de una hora que fue un éxito, según las primeras informaciones de sus médicos. Lula fue sometido a una embolización de la arteria meníngea media para ... bloquear el flujo de sangre al cerebro y evitar futuras hemorragias, tras un derrame por el que fue operado de emergencia en la madrugada del martes.
«Fue un éxito«, informó rápidamente a periodistas el cardiólogo Roberto Kalil, jefe del equipo y médico de cabecera de Lula desde los años 90. Según las primeras informaciones de Kalil, el presidente ya está despierto y conversando. La cirugía, que los médicos informaron ser de bajo riesgo, comenzó a las 7:25 de la mañana, hora brasileña, y terminó una hora después.
La operación fue realizada en el hospital Sirio-Libanés, en São Paulo y, según el equipo médico, ya estaba previsto en el protocolo de atención, pero llamó la atención de los medios por solo haber sido comunicada el miércoles y no haber sido citada en la conferencia de prensa del martes, horas después de la primera intervención.
Quejándose de dolores de cabeza a lo largo del día lunes, el líder sudamericano fue trasladado de emergencia de Brasilia a São Paulo en la misma noche e internado en la madrugada del martes en el hospital Sirio Libanés.
El martes, Lula fue operado con éxito de un derrame cerebral resultado de un accidente doméstico que sufrió en octubre cuando se golpeó la cabeza en el cuarto de baño al inclinarse para un cotidiano corte de las uñas de los pies.
Esa primera operación fue una trepanación para drenar una hemorragia intracraneal y duró dos horas. Según los médicos fueron realizados orificios en el cráneo y no hubo una «apertura significativa del cráneo».
A los 79 años, con un historial de de hipertensión y después de haber sufrido un cáncer de laringe en 2011, la salud de Lula ha alimentado especulaciones y ocupado la atención de los medios esta semana, no solo por la cirugía delicada, sino también por ser el presidente más viejo de la historia brasileña y ser impulsado a la reelección como el único capaz de enfrentar con oportunidades de victoria a la ultraderecha del expresidente Jair Bolsonaro.
El líder de la izquierda sudamericana cuida bastante de su salud desde que superó el cáncer en 2013, dejó de fumar hace 15 años y se ejercita diariamente con caminatas y musculación. Lula tiene también una intensa agenda de viajes y de reuniones en el Palacio del Planalto, pero tras el accidente del 19 de octubre, bajó el ritmo por recomendación médica. Lula tuvo que desistir de su participación en la Cumbre de los BRICS, en Rusia, y en la COP de la Biodiversidad en Cali, Colombia.
Bastante activo , Lula se ha resistido a pedir licencia durante su hospitalización. Sus tareas presidenciales están siendo realizadas parcialmente por su vicepresidente, Geraldo Alckmin. Lula debe recibir la baja médica el fin de semana y volver a sus actividades la semana próxima.
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