Lula da Silva, sometido a una cirugía de urgencia por hemorragia cerebral

Según el primer boletín, difundido a las 3h20 de la madrugada del martes, Lula llegó a la unidad del hospital en Brasilia quejándose de dolores de cabeza y pasó por una resonancia magnética que mostró una hemorragia intracraneal, relacionada con un accidente que sufrió en casa el pasado 19 de octubre. «La operación transcurrió sin incidentes», informó el equipo médico dirigido por Roberto Kalil Filho, médico personal del Lula, y Ana Helena Germoglio.

En octubre, Lula se cayó en el cuarto de baño de la residencia presidencial cuando se cortaba las uñas de los pies. Al caer, se golpeó y sufrió un corte en la nuca, que necesitó cinco puntos de sutura. En esa ocasión, Lula fue llevado al Hospital Sirio-Libanés de Brasilia, donde realizó varias pruebas de imagen y recibió alta una hora después. En esa ocasión, los médicos le prohibieron viajes largos en las semanas siguientes, lo que incluía un viaje a Rusia para participar en la cumbre de los Brics y la COP de la Biodiversidad en Cali, Colombia. Lula tampoco votó en la segunda vuelta de las elecciones municipales, a fines de octubre, para evitar otro vuelo de Brasilia a Sao Paulo.

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En una rueda de prensa en la mañana del martes, el equipo médico que realizó la operación informó que el presidente se recupera bien, no debe tener secuelas y está con sus funciones neurológicas preservadas, conversando, comiendo con normalidad.

Kalil, jefe del equipo, informó que Lula tiene prohibido recibir visitas de trabajo en el hospital hasta que se haya recuperado totalmente y que la orden es «nada de trabajo». Lula debe permanecer por 48 horas en observación en la UCI, que según Kalil, que es el protocolo en ese tipo de casos, y pasará por procedimientos de drenaje durante ese período. La primera dama, Rosângela Lula da Silva, más conocida como Janja, acompañó a Lula en el viaje de Brasilia a Sao Paulo y está con él en su habitación.

«Cuando uno se golpea la cabeza y la sacude de un lado a otro, la hemorragia no se produce en el lugar del golpe, sino por la sacudida del cerebro, porque se mueve dentro del cráneo», explicó el neurocirujano Marcos Stavale, que participó de la cirugía.

Según Stavale, la operación duró unas dos horas. La hemorragia se encontraba entre el cerebro y el cráneo, bajo la membrana meníngea llamada duramadre, y no dañó el cerebro. «El cerebro está descomprimido y las funciones neurológicas están preservadas», declaró.

El neurólogo Rogério Tuma explicó que esta complicación es común en pacientes que han sufrido caídas, especialmente en los de más edad. Según Tuma, en la caída hubo una contusión cerebral y Lula tuvo una acumulación de líquido en ambos lados.

A los 79 años, Lula es bastante cuidadoso con su salud, se ejercita diariamente y es acompañado de cerca por un equipo médico liderado por el cardiólogo Roberto Kalil, uno de los más respetados de Brasil, que es amigo y cuida del político desde 1991, una década antes de ser presidente por la primera vez. Lula fue su padrino de casamiento en 2015, y Kalil siguió cuidándolo a él y su familia, incluso cuando estuvo preso por 580 días, entre 2018 y 2019.

La ficha médica del presidente brasileño incluye problemas de hipertensión, un cáncer en la laringe, diagnosticado en 2011 y remitido por completo en 2013. Lula, que paró cigarros de fumar puros y cigarros a los 65 años, tiene problemas frecuentes en las cuerdas vocales lo que le causa algunas dificultades, como la voz afónica en sus discursos.

Lula también tuvo problemas en el lado derecho de la cadera y fue sometido en 2023 a una artroplastia total, una cirugía para sustituir el cartílago desgastado por una prótesis. Desde entonces hace musculación, box y caminatas diarias.

En una entrevista reciente, poco antes del accidente de octubre, Kalil comentó que Lula tiene la salud de un joven, y que hacer ejercicios y mantener consultas médicas preventivas son la combinación para un «elixir» de longevidad.

«Él [Lula] es un hombre joven para su edad. Hoy en día, la edad es menos importante que el físico y la salud. Hay una tesis sobre la definición de la vejez: el viejo es alguien que renuncia a la vida. La edad se acumula. Uno puede ser anciano, no viejo. El Presidente, está muy sano. Puede afrontar lo que quiera cuandoquiera», dijo en una entrevista al portal Poder360, a finales de septiembre.

La curiosidad por la salud de Lula es porque a los casi 80 años el líder del Partido de los Trabajadores (PT) sigue siendo considerado el único capaz de ser una alternativa de la centro izquierda contra la ultraderecha, representada por el expresidente Jair Bolsonaro. Si decide presentarse a la reelección por un cuarto mandato y vence los sufragios previstos para octubre de 2026, Lula asumiría el cargo a los 81 años. Actualmente Lula ya es el presidente de más edad de la historia brasileña.