Lukashenko indulta al ciudadano alemán condenado a muerte en Bielorrusia
Es posible que la decisión forme parte de un acuerdo a mayor escala de intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente
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El alemán Rico Krieger ha sido indultado por Lukashenko
Bielorrusia es el único país de Europa que sigue aplicando la pena de muerte. Su presidente, Alexander Lukashenko, tiene, en última instancia, el poder del indulto, que acaba de conceder al ciudadano alemán Rico Krieger. Tras ser sentenciado a la pena capital por un ... delito de terrorismo del que se declaraba inocente, la semana pasada fue publicado un vídeo en la televisión estatal bielorrusa en el que Krieger se declaraba culpable, pedía clemencia a Lukashenko y criticaba a las autoridades alemanas por no estar haciendo nada para salvar su vida.
La decisión de último minuto de sustituir la ejecución por la cadena perpetua ha sido saludada por el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, uno de cuyos portavoces ha comentado que «esta noticia es un alivio». Los medios de comunicación estatales bielorrusos, por su parte, publican que la decisión forma parte de un acuerdo a mayor escala de intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente que Alemania por el momento no confirma ni desmiente. El abogado de Krieger, Vladímir Gorbach, sí ha confirmado que el Ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso ha estado en contacto con funcionarios alemanes para hablar sobre la suerte de Krieger y ha afirmado que ha «propuesto soluciones específicas a las opciones existentes para el desarrollo de la situación».
El Gobierno alemán se limita a declarar que ha estado en todo momento preocupado por el caso y que ha estado proporcionando a Krieger apoyo consular, pero sin dar detalles ni referirse en ningún momento a un posible intercambio.
Voluntario en Ucrania
Krieger, de 30 años de edad y que ha trabajado para la Cruz Roja alemana, fue apresado por combatir en Ucrania como parte de los voluntarios del Regimiento Kastus Kalinouski, considerado extremista por Bielorrusia, principal aliado de la campaña militar rusa en el país vecino. La pena de ejecución por fusilamiento fue dictada a finales de junio. Había sido acusado de fotografiar algunas instalaciones militares bielorrusas y de organizar una explosión que no causó ninguna víctima y apenas daños materiales por valor de 350 euros en una estación de ferrocarril.
Según han señalado los medios bielorrusos, habría actuado por orden de los servicios especiales ucranianos. Pero los activistas de derechos humanos en Bielorrusia han puesto en duda esta versión oficial y han insistido durante todo el proceso en que las acusaciones contra Krieger se producen en medio de una implacable represión política en Bielorrusia. Más de 35.000 personas han sido detenidas y golpeadas bajo custodia policial tras las protestas desencadenadas por la reelección de Lukashenko en unas elecciones presidenciales celebradas en agosto de 2020, consideradas por la oposición como una farsa.
Pavel Sapelka, del grupo bielorruso de derechos humanos Viasna, está seguro de que Krieger ha sido víctima de una trampa de la principal agencia de seguridad bielorrusa, que aún se conoce con el nombre soviético de KGB, para ser arrestado y utilizado como moneda de cambio. Numerosos ciudadanos bielorrusos han sido también condenados por comentarios en chats de mensajería que en realidad habían sido creados por agentes del KGB que se hacían pasar por ucranianos, según Sapelka.
Los activistas de derechos humanos afirman que las acusaciones contra Krieger se producen en medio de una implacable represión política en Bielorrusia
Especulaciones
La extraña condena de Krieger ha suscitado especulaciones sobre la posibilidad de que las autoridades bielorrusas hayan actuado en sintonía con las agencias de espionaje rusas, deseosas de preparar un posible canje que implique a Vadim Krasikov, ciudadano ruso que cumple cadena perpetua en Alemania por el asesinato en Berlín en 2019 de un ciudadano georgiano de ascendencia chechena por orden del Kremlin.
El presidente ruso, Vladímir Putin, insinuó la posibilidad de tal un intercambio cuando se le preguntó sobre la liberación del periodista del 'Wall Street Journal' Evan Gershkovich.
Este mismo mes, Gershkovich fue declarado culpable y condenado a 16 años de prisión de máxima seguridad por cargos de espionaje que tanto él como su empleador y el Gobierno estadounidense han tachado de inventados. Este mismo mes de julio, Putin se ha entrevistado con Lukahsenko en la isla de Vaalam, un centro de peregrinación católico ortodoxo en el noroeste ruso donde ambos visitaron templos y presenciaron servicios religiosos tradicionales, antes de sostener una reunión a puerta cerrada. Sería en esta reunión, según los medios bielorrusos, en la que podrían haber acorddo la estrategia para abrir una vía de intercambio de presos.