Luis Abinader asume la presidencia de República Dominicana para su segundo y último mandato
El popular presidente controlará también las dos cámaras parlamentarias y ha prometido una potente reforma fiscal
República Dominicana-Haití, el muro caribeño entre dos mundos
Corresponsal en Centroamérica
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Teatro Nacional de Santo Domingo fue, por primera vez, el epicentro de una asunción presidencial. El Congreso Nacional era el escenario acostumbrado para la juramentación de los presidentes de República Dominicana, pero Luis Abinader, el economista de 57 años reelecto para presidir la isla, ... quizo prestar juramento de manera distinta y en un espacio que pudiera albergar al gran número de invitados que asistieron al evento.
También juró el cargo su vicepresidenta, la académica y administradora de empresas Raquel Peña, de 57 años, quien repite en el puesto para el período 2024-2028.
Albares vuelve a dejar solo a Felipe VI en Iberoamérica: no irá a la toma de posesión del dominicano Abinader
Patricia RomeroExteriores alega que ningún ministro ha ido nunca a la reelección de un mandatario internacional
Más de una decena de jefes de Estado y de Gobierno estuvieron presentes en la investidura de Abinader. Entre ellos el rey de España, Felipe VI, los presidentes de Guatemala, Bernardo Arévalo; de Panamá, José Raúl Mulino; de Paraguay, Santiago Peña; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Honduras, Xiomara Castro, y de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, así como el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa.
En la ceremonia, vestido completamente de blanco, el líder dominicano se apresuró a resaltar el «proceso electoral ejemplar» que había levado a cabo su país para las elecciones de este año; una rareza en una región en la que los comicios presidenciales no están exentos de polémica —como las elecciones salvadoreñas—, de judicialización política —como en Guatemala y Panamá— y, en algunos casos, de fraudes —como los de Nicaragua y Venezuela—.
Frente a una multitud que resaltaba entre las butacas corintas con sus atuendos también blancos, Abinader hizo hincapié en la continuidad de su gestión, que inició en 2020. Aunado a esto, firmó un decreto para que miembros clave de su administración —como secretarios y ministros— permanezcan en sus puestos. El mandatario prometió transparencia y «el buen uso de los fondos públicos» así como la «profundización de las medidas gubernamentales para evitar la corrupción».
Promesas económicas, Haití y Venezuela
En su discurso, el mandatario prometió crecimiento económico para la isla, de la mano con un conjunto de reformas sociales, y también aprovechó para criticar el desenlace de las últimas elecciones en Venezuela, cuyo resultado oficial no ha sido reconocido por la isla, puesto que da la victoria a Nicolás Maduro con un 51% de los votos y las autoridades electorales se niegan a publicar las actas originales de la elección.
La isla es la mayor economía en el Caribe y aspira a duplicar su Producto Interno Bruto (PIB) de 113.000 millones de dólares para 2036. En línea con esta meta, el presidente ha prometido una reforma fiscal que mantenga el crecimiento de la economía, que para este año se estima por encima del 5%.
Además, Abinader aseguró que presentará reformas a los legisladores que buscan mejorar los derechos laborales, la protección social, garantizar la independencia del organismo electoral y evitar que los futuros presidentes excedan el límite de dos mandatos definido en la constitución.
Así viven los dominicanos una cita electoral marcada por la inmigración haitiana
Alfons Cabrera«Los estamos recibiendo. Se les da la oportunidad, pero no podemos cargar con tanto, nosotros tenemos nuestras propias necesidades», expresan los habitantes
El presidente se refirió a Haití, el empobrecido vecino que atraviesa la peor crisis política y social del siglo. Abinader instó al despliegue completo de una misión de seguridad largamente esperada en Haití, asegurando que continuará reforzando la frontera y aplicando las medidas necesarias para frenar la migración ilegal. Pero hasta ahí. Aseguró que su país no intervendrá más en la crisis porque mucho ha hecho ya; «no se le puede pedir más a la República Dominicana». Estas palabras fueron pronunciadas sin que hubiese en el Teatro Nacional ningún representante de la nación vecina. La ministra de Exteriores haitiana, Dominique Dupuy, explicó que no habría representación del gobierno haitiano en la toma de posesión de Abinader por «obligaciones urgentes» relacionadas con la crisis que atraviesa la isla. Sin embargo, no es ningún secreto que las relaciones diplomáticas de ambas naciones atraviesan su peor momento en la última década.
Con relación a Venezuela, el presidente criticó la violencia postelectoral y en República Dominicana no creen «en personalidades autoritarias ni en líderes mesiánicos que quieran tener el destino de un país en sus manos», haciendo referencia directa al dictador Nicolás Maduro. El país sudamericano y la isla no tienen relaciones diplomáticas, debido a que el gobierno de Abinader ha criticado las actuaciones de Maduro y el reciente proceso electoral.
Poder y confianza
El mandatario se ha mostrado cómodo con que sus políticas económicas impulsadas desde su primer mandato, contarán con el respaldo político necesario para mantener a la isla como líder del Caribe y hacerla una competidora más voraz en la región centroamericana. La confianza de Abinader está basada en dos factores. Primero, su popularidad, pues fue electo con el 57% de los votos y en primera vuelta, un resultado que le asegura que la mayoría de los dominicanos están contentos con su primera gestión. Segundo, el control que tiene del Poder Legislativo. Su partido, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), tiene la mayoría tanto en la Cámara Alta y en la Cámara Baja, lo que le permite al oficialismo aprobar leyes con facilidad. En el Senado, el PRM tiene 29 de los 32 puestos y en el Congreso de los Diputados, suma una mayoría de 146 de 190 curules.
Abinader no es, sin embargo, el primer presidente en conseguir la reelección. De hecho, en la isla, es ya algo común. Leonel Fernández ganó las elecciones del 2004 junto al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y se reeligió en el 2008 con un 53.83% de los votos emitidos. En 2012, Danilo Medina también del PLD ganó las elecciones con el 51.3 % de los votos. Medina repitió en el 2016, obteniendo el 61.99 % de los votos y en esa elección fue la primera vez que participó Abinader, quien ganaría luego la presidencia por dos periodos consecutivos.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete