López Obrador vuelve a cargar contra España «Las invasiones nos han costado sangre, martirio y territorio»

Por la noche, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) encabezó el 212 aniversario de la Independencia desde el Palacio Nacional ante más de cien mil asistentes en la plaza del Zócalo, tras dos años de ausencia por el Covid-19, donde proclamó una veintena de arengas destacadas por la prensa mexicana: «Muera el clasismo, el racismo y la corrupción», mientras el público manifestaba su apoyo.

El viernes a mediodía el mandatario tabasqueño aprovechó para dejar claro en su discurso oficial que «los mexicanos no aceptamos ninguna intervención extranjera porque hemos sido víctimas de esas grandes calamidades».

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Y, volvió a la carga contra las conquistas nombrando primero a nuestro país: «Esas invasiones nos han constado sangre, martirio y territorio», comentaba, incluyendo a Francia y Estados Unidos. Así, la incertidumbre ante una posible incursión en su demarcación, un enemigo (poderoso) e inexistente vuelve a surgir en la arenga del presidente, de origen cántabro, pese a los más de 200 años de independencia.

AMLO incitó a que el público se preguntara: «¿Cómo fue la invasión de suelo mesoamericano?, y en una carambola dialéctica reprochó en la misma frase como la OTAN no ha integrado a Ucrania «mientras le ofrecen armas y Occidente imponen medidas económicas contra Rusia» que, en su opinión, «han agravado el conflicto». Por ello, propuso un comité para el diálogo y la paz en los que integraría al primer ministro de la India, Narendra Modi, y al Papa Francisco junto a Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.

Y se dirigió a los asistentes que ejercieron como invitados de honor: al hermano y padre de Julian Assange, al que declaró como «el Quijote de nuestro tiempo de la libertad de expresión». A Pepe Mújica -exguerrillero y expresidente de Uruguay- al que tildó de sabio y a Evo Morales -expresidente de Bolivia- «honesto y valiente luchador social», al que el Partido de Acción Nacional (PAN), primer partido de la oposición, aseguró «que no era bienvenido por ser un personaje antidemocrático que buscó perpetuarse en el poder violando las leyes de su país».

López Obrador (alias AMLO) reprobó a la ONU porque, en su opinión, «permanece inactiva, presa de un formalismo y una ineficacia política que la deja en un papel meramente ornamental».

También rechazó el proceder de las grandes potencias que, según su discurso, se posicionan sólo para beneficiar a sus intereses hegemónicos en la invasión de Rusia a Ucrania. Así, cabe recordar que la OTAN ha respaldado a Ucrania con un gran desembolso económico y las restricciones al sector energético ruso han aumentado el precio del gas y el petróleo ensombreciendo una anhelada recuperación con el mayor disparo de la inflación en décadas en Europa.

México no sancionará a Rusia habiendo votado en contra de la invasión ucraniana para no enfrentarse a un Estados Unidos del que es tan sumamente dependiente. La táctica de López Obrador pasa porque «no le apetece involucrarse con un país como Ucrania, al que no le importa a la opinión pública mexicana», comentaba a ABC el catedrático Guillermo Valdés, exdirector del Centro de Investigación y Seguridad Nacional de España.

A México no le conviene que su petróleo dependa de las decisiones de la administración de Biden, si no el cartel tradicional dominado por la OPEP ya que su interés está con los productores, no con los consumidores.