La llegada a Cuba de tres buques y un submarino nuclear rusos pone en alerta a EE.UU.

Este ejercicio se lleva a cabo justo cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que podría tomar «medidas asimétricas» en otras partes del mundo en respuesta a la decisión del presidente Joe Biden de permitir que Ucrania use armas proporcionadas por EE.UU. para atacar dentro de Rusia y proteger Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania. «Es ciertamente la razón», dijeron el miércoles funcionarios estadounidenses en una conversación con periodistas.

El jueves, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba informaron que la fragata de misiles rusa Admiral Gorshkov, el submarino nuclear Kazan, el petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker llegarán a la isla el 12 de junio y permanecerán durante una semana. El submarino no transportará cargamento nuclear, aunque tenga capacidad para ello. El ejército cubano dijo que la visita de los barcos es parte de las relaciones «amistosas» entre los dos países y cumple con el derecho internacional.

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Esta misma semana, el presidente Putin advirtió de que Rusia podría proporcionar armas de largo alcance a otros países para atacar objetivos de EE.UU. y sus aliados en respuesta a que algunos integrantes en la OTAN permitan a Ucrania usar sus armas para atacar dentro de territorio ruso. Putin reafirmó la disposición de Moscú a usar armas nucleares si ve una amenaza a su soberanía, y sugirió que las recientes acciones de Occidente podrían llevar a «problemas muy serios». «Por qué no tenemos el derecho de suministrar armas del mismo tipo a algunas regiones del mundo donde pueden ser utilizadas para lanzar ataques a instalaciones sensibles de los países que lo hacen contra Rusia?» dijo Putin en una sesión de preguntas en un foro en San Petersburgo, informa Ap.

En este mandato, Biden ha tomado medidas para estrechar lazos con el régimen, tras el aumento de sanciones de Donald Trump. Aparte de facilitar los viajes a la isla, recientemente el gobierno federal estadounidense retiró a Cuba de la lista de países que no cooperan en la lucha antiterrorista. Sigue, sin embargo, en otra lista, más relevante, de promotores del terrorismo. Desde los años 60 está en vigor el embargo cubano, que precisamente fue una respuesta al acercamiento de la dictadura castrista a la Unión Soviética.

Los funcionarios de la Administración Biden sospechan de que Cuba aprobó la escala de los buques rusos «al menos en parte como respuesta» a un incidente el año pasado en el que un submarino nuclear estadounidense atracó brevemente en la base naval de la Bahía de Guantánamo. Esa base naval está en suelo cubano, en virtud de un alquiler en vigor desde 1903.

Según dijeron en esa reunión los funcionarios norteamericanos, «estas son visitas navales de rutina que forman parte de los ejercicios militares rusos, los cuales se han intensificado debido al apoyo de EE.UU. a Ucrania y las actividades de ejercicio en apoyo de nuestros aliados de la OTAN». Cuba aprovechó además para hacer el anuncio durante una visita de Biden a Francia, para participar en el 80 aniversario del desembarco de Normandía, al que Putin no fue invitado, a pesar de que Rusia era parte aliada contra los nazis. Los buques de guerra rusos forman parte de la Flota del Norte de la Armada Rusa y zarparon el 17 de mayo en «un largo viaje para ondear la bandera rusa y asegurar la presencia naval en áreas importantes de la zona oceánica distante», informó la agencia de noticias gubernamental rusa Tass el jueves.

Según asegura Tass, la fragata Admiral Gorshkov realizó un ejercicio de tiro de artillería contra un objetivo aéreo en el Atlántico. El barco «disparó el complejo de artillería AK-192M y misiles antiaéreos Palash a un objetivo aéreo simulado», dice. El buque de guerra se unió a la Armada en 2018 y fue actualizado para llevar misiles hipersónicos Zircon, un nuevo misil recientemente desarrollado por Rusia. El submarino Kazan también se unió a la flota recientemente, en 2021, y puede llevar misiles de largo alcance capaces de destruir objetivos en tierra, mar y bajo el agua.

Por su parte, Ucrania cree que ha hundido o deshabilitado un tercio de los buques de guerra rusos en el mar Negro en poco más de dos años de conflicto, según informó el portavoz de la marina ucraniana, Dmytro Pletenchuk. El último ataque, llevado a cabo con misiles Neptune construidos en Ucrania, dañó el buque de desembarco Kostiantyn Olshansky y otras embarcaciones en el puerto de Sebastopol, en la Crimea ocupada por Rusia. Esta ofensiva ha mermado significativamente la capacidad naval de Moscú, aunque solo dos de los aproximadamente 12 buques rusos con capacidad de misiles han sido hundidos.