Kursk y Donetsk, dos zonas de singular signo operativo

En el primero, el pasado 6 de agosto, las tropas ucranianas, en unidades dispersas y muy móviles, sobrepasaron la frontera con Rusia a caballo de la carretera R-200, arrollando a guardias fronterizos y bisoñas tropas rusas de la zona. Rápidamente, alcanzaron Sudzha, 8 kilómetros en el interior de Rusia, sin haber encontrado ni grandes defensas, ni grandes obstáculos de minas o trampas contracarro. A continuación, los atacantes fueron reforzados por tropas más pesadas procedentes, en su mayor parte, de las reservas ucranianas de la zona de Kiev.

La fuerza así constituida logró, en días sucesivos, ampliar y profundizar en alrededor de 30 kilómetros de la frontera en un frente discontinuo de 40 kilómetros, lo que ha supuesto el dominio de una bolsa de terreno algo superior a los 1.000 kilómetros cuadrados. Espacio en el que las tropas ucranianas han sido contenidas por las rusas, y donde aquéllas están intentando afianzarse y fortificarse.

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Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín

Todo eso relata un tremendo fallo de la inteligencia rusa, que se mostró incapaz de detectar los movimientos de fuerzas y las actividades logísticas ucranianas que, inevitablemente, hubieron de producirse en las proximidades de la línea fronteriza en los días previos a la incursión ucraniana.

Ni los más sofisticados drones de reconocimiento, ni la red satelital, ni la vigilia electrónica, ni la inteligencia humana (HUMINT) fueron capaces de destapar lo que al sur del 'oblast' de Kursk estaba preparándose. La acción ucraniana, tan silenciosa en su preparación como audaz y ágil en su desarrollo, fue una brillante muestra de libertad de acción (iniciativa) y de capacidad de ejecución -dos de los tres principios fundamentales del arte de la guerra-. Demostró que, incluso disponiendo de modernas técnicas de detección y sofisticados medios de combate, la guerra sigue participando más del arte que de la ciencia, la técnica o la tecnología.

En la situación actual, y para consolidarse en las posiciones alcanzadas, el Estado Mayor General ucraniano, previsiblemente, buscará alcanzar dos finalidades. Una, asegurar un permanente apoyo logístico a sus fuerzas que, principalmente, fluirá desde Sumy, capital regional ucraniana a 36 kilómetros de la frontera y que pasará así a ser objetivo preferente de ataques aéreos rusos. Y dos, dificultar el incremento de capacidades de las tropas rusas en presencia. Esta segunda finalidad fundamenta los ataques de precisión (seguramente por misiles y menos probablemente por la aviación) que se están produciendo contra las obras de fábrica rusas a una distancia entre 40 y 55 kilómetros al noroeste de la bolsa de terreno ocupada. Ya han sido atacados tres puentes en (de este a oeste): Glushkovo, Zvannoe y Karyzk. Los tres sobre el río Sumy, que serpentea por el 'oblast' de Kursk con una complicada geometría de grandes meandros que conforman una franja de terreno pantanoso. Un obstáculo natural que, sin puentes que lo salven, complicará grandemente tanto la llegada de refuerzos como el flujo logístico rusos, así como las siempre laboriosas y problemáticas evacuaciones de personal civil.

Sin descartar posibles ataques complementarios en la frontera al sur de Glushkovo, todo parece indicar que la operación ucraniana no tiene vocación -seguramente no puede-, de ir más lejos de lo ya conseguido.

En definitiva, aparte del gran eco mediático, tal operación no aportará a Kiev, previsiblemente, ni grandes ganancias políticas ni estratégicas si bien, en el plano operativo, detraerá fuerzas ucranianas de otros frentes que quedarán así debilitados.

Y, en el 'oblast' de Donetsk, las tropas rusas prosiguen su avance en dirección a Prokovsk, avanzando en un frente de alrededor de 50 kilómetros (Selydove-Svyrydonika-Niu York-Toretsk). Prokovsk, esencial nudo de comunicaciones terrestres y ferroviarias en el oeste del Donbass y formidable centro logístico ucraniano, ya está siendo evacuado. El probable y consiguiente corte de la carretera T-0504, por la que se alimenta la defensa de Kostiantynivka y Chasiv Yar, facilitará un próximo derrumbe de las defensas ucranianas es esta última zona.