Kursk, se aproxima una batalla crucial

Las tropas rusas aceleran para avanzar en su propio territorio

El primer ministro eslovaco se reúne con Putin en una visita poco común de un líder de la UE a Moscú

Vista aérea de una operación militar en Malaya Loknya, en la región rusa de Kursk Reuters

24/12/2024
Actualizado a las 04:56h.

Entramos en la cuenta atrás hacia la fecha (20 de enero) del relevo en la Casa Blanca. Ocasión que muchos evalúan como mágica para la resolución del conflicto en Ucrania. Sin embargo, las hostilidades no decrecen en el teatro ucraniano sino que, con ... el fondo de una sutil y poco conocida guerra cibernética, se intensifica el intercambio de ataques aéreos recíprocos con bombas planeadoras, misiles y drones.

Los objetivos preferentes del Mando ruso, aparte de los sistemas antiaéreos enemigos, son las instalaciones energéticas y las correspondientes redes de distribución por toda Ucrania, buscando paralizar las industrias y minar el espíritu de resistencia de la población. En cambio, los objetivos más perseguidos por el Mando ucraniano son las instalaciones logísticas rusas, tratando de entorpecer el flujo logístico que sostiene a sus unidades de combate. Para ello, están utilizando, cuando pueden, los misiles de largo alcance (ATACMS norteamericanos y Storm Shadow franco-británicos).

Tal fue el bombardeo, el pasado miércoles, contra instalaciones fabriles en el óblast de Rostov. Acción que, dos días después, fue respondida por el lanzamiento de un enjambre de drones kamikazes y misiles balísticos rusos contra diversos objetivos militares en Kiev. Ya fuera por los propios proyectiles o por los restos de los que fueron derribados por las defensas antiaéreas ucranianas, tal reacción causó daños colaterales en algunas de las embajadas, entre ellas las de Albania, Argentina, Macedonia del Norte, Montenegro, Palestina y Portugal. Percances que desencadenaron dos efectos inmediatos. Por un lado, las protestas de esos países contra Moscú, que tuvieron una inevitable y holgada difusión mediática internacional. Y, por el otro, y habida cuenta de que Kiev sea posiblemente el lugar mejor defendido de Ucrania, la certificación de que Moscú, con sus misiles, puede atacar, cuando y donde quiera, objetivos en todo el teatro de operaciones.

Endurecido el terreno por los hielos invernales que favorecen la movilidad, se incrementa también el ritmo de los combates terrestres en los que las tropas rusas conservan la iniciativa. Especialmente en las zonas más calientes: Prokovsk-Kurajovo, Velyka Novosilka y óblast de Kursk. En este último, las tropas rusas tratan de acelerar la neutralización o la expulsión de las ucranianas de la porción de terreno que éstas todavía dominan, y que podría evaluarse en alrededor de 550 km2. Lo que significa que las tropas ucranianas han perdido ya cerca del 55% del terreno que llegaron a ocupar tras la invasión del óblast de Kursk, el pasado 6 de agosto.

La contraofensiva rusa se está desarrollando mediante dos esfuerzos convergentes. Uno, de oeste a este, siguiendo la dirección Lyubimovka-Klugren'koe-Malaya Loknya. El otro, de noreste a suroeste, por la dirección Kireevka-Naydenov-Malaya Loknya. Esta última población, a solo 15 km al nornoroeste de Sudzha, es un importante nudo de comunicaciones que incluye una estación ferroviaria, configurándose así como un deseable objetivo táctico a alcanzar por las tropas rusas. Si éstas lograran tomarlo pronto, se abriría la posibilidad de continuar la progresión hacia el sur, a caballo de la autovía que, procedente de Lgov, conduce directamente a Sudzha. Ciudad y nudo de comunicaciones esencial que era el último punto operativo ruso de envío de gas hacia el oeste (Hungría y Eslovaquia).

En esta hipótesis, Sudzha aparece como el objetivo operacional de la campaña rusa de limpieza del óblast de Kursk, ya que la potencial ocupación de aquella ciudad forzaría a las tropas ucranianas a replegarse hacia su propio territorio nacional. Y con ello, además, Putin propinaría a Zelenski un golpetazo colosal. No sólo por recortarle dramáticamente sus expectativas de prolongar la guerra, sino también porque le supondría la pérdida de una valiosa moneda de cambio a la hora de negociar un eventual fin de las hostilidades. Es de suponer que, a partir de ahora, Kiev, tratará de redoblar esfuerzos con la finalidad de obstaculizar y retrasar la progresión de las tropas de Moscú hacia Malaya Loknya y Sudzha. Una finalidad que explicaría el porqué del bombardeo ucraniano, el pasado viernes, contra Rylsk población rusa, unida a la capital, Kursk, por la autopista E-38, que albergaría el centro logístico avanzado desde donde se alimenta a las tropas rusas que, desde el oeste, progresan hacia Malaya Loknya. En definitiva, la batalla por Malaya Loknya y Sudzha parece próxima.