Kiruna, el paraíso polar de Suecia que se mudará con sus 18.000 habitantes y sus icónicos edificios para que no se lo trague la tierra

El terreno que ocupa la ciudad, reconocida como capital de las auroras boreales, es lo que la ha convertido en protagonista del traslado más ambicioso del que se tiene registro, ya que está asentada sobre el mayor depósito conocido de tierras raras de Europa. 

El término tierras raras no se refiere a un tipo inusual de ese material, sino un grupo de 17 elementos químicos de aprovechamiento industrial, como la fabricación de los potentes imanes que necesitan las turbinas eólicas y el desarrollo de capacidades militares y de sistemas de combate.

De acuerdo con las autoridades suecas, la actividad extractiva, gestionada por la minera estatal LAB, ha provocado un hundimiento de la ciudad que nació de la mano de esa compañía en el año 1900. La minera lo hizo público en el año 2004 y tres años más tarde, tras un intenso debate, se planteó el proyecto de trasladar a toda la población a un sitio seguro, incluyendo edificios enteros.

Según reportes de la prensa de la época, estudios del terreno advirtieron que la extracción de hierro provoca la deformación del suelo donde se encuentra la ciudad por lo que, dado el peso de esta actividad para la economía local y, sobre todo, el riesgo para los habitantes la mejor salida es el desalojo total.

Para entender la decisión de emprender esta macromudanza hay que saber que Kiruna, además de albergar el mayor yacimiento ferroso, tiene la mina subterránea de hierro más grande del mundo. Produce al menos el 80% del suministro de la Unión Europea.

Esta operación podría tomar hasta tres décadas, pero para 2026 está prevista la mudanza de icónica iglesia que se inauguró en 1912 y que en 2001 fue declarado el edificio más bonito de Suecia.

Según el plan de mudanza, la ciudad será movida 3,2 kilómetros al este de su ubicación actual. El desafiante proyecto tiene un costo estimado en miles de millones de euros que corren por cuenta de la minera estatal motivada por conservar la actividad extractiva.