EE.UU. prueba por primera vez el nitrógeno para ejecutar a un preso que ya sobrevivió a la inyección letal
El reo sobrevivió a finales de 2022 a una ejecución por inyección letal de fármacos
Una mascarilla industrial, una inhalación de 15 minutos y sin nadie alrededor: así será la primera ejecución por hipoxia por nitrógeno en EE.UU.
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Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesión«Estoy aterrado», aseguró Kenneth Eugene Smith, un reo de muerte en Alabama (EE.UU.), en una entrevista a la cadena de radio pública NPR el mes pasado. A Smith, de 58 años, le habían comunicado la fecha de su ejecución: la noche del ... 25 de enero. El miedo no era solo por enfrentarse al precipicio de la muerte. También porque él será el primero en ser ejecutado por un nuevo sistema: asfixia por gas nitrógeno. «Todo el mundo me dice que voy a sufrir», dijo entonces.
Las autoridades de Alabama tienen lista para la noche del jueves al viernes (madrugada del viernes en España) la ejecución de Smith, después de que el Tribunal Supremo rechazara un recurso de sus abogados en la víspera y a la espera de que volviera a hacer lo mismo con una apelación de última hora, la intentona final para evitar la ejecución de Smith. Sus abogados defendieron que el método es cruel e inconstitucional porque puede fallar, causar dolor excesivo y tiene un «riesgo sustancial» de dejar al reo en un «estacado vegetativo persistente por un infarto o por asfixia».
El método elegido implica la inmovilización de Smith en una camilla, con su cuerpo sujeto con amarres y la colocación de una mascarilla por la que inhalará nitrógeno puro hasta dejar sin oxígeno su sistema sanguíneo.
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La elección de esta ejecución está relacionada de forma directa con Smith. El reo sobrevivió a finales de 2022 a una ejecución por inyección letal de fármacos. Los verdugos no encontraban con facilidad una vena para colocar la sonda y expiró el plazo determinado para llevar a cabo la pena capital. Ocurrió algo similar con otros dos condenados a muerte y la gobernadora de Alabama, la republicana Kay Ivey, impuso una suspensión de las ejecuciones por un periodo breve de tiempo.
Smith está condenado a la pena capital por un asesinato cometido en 1988. Un pastor de un condado rural de Alabama les pagó mil dólares a él y a otro hombre, John Forrest Parker, para matar a su mujer, Elizabeth Sennett, de 45 años. La idea era que pareciera un robo doméstico que había acabado mal. El pastor mantenía un romance con otra mujer, estaba en la quiebra y había suscrito un seguro de vida con su esposa, que cobraría en su fallecimiento. El marido se suicidó cuando le declararon sospechoso, Parker fue ejecutado en 2010 con una inyección letal y Smith debería haber sufrido la misma suerte, de la que solo le alejaron sus venas.
Debate sobre la pena de muerte
Los dos hijos de la víctima planeaban el jueves acudir a la ejecución de Smith. «Tiene una deuda que pagar y no nos importa cómo ocurra», dijo uno de ellos, Mike, a una cadena local.
Las autoridades de Alabama aseguran que la ejecución no será dolorosa. «Es el método de ejecución menos doloroso y más humano conocido», defendió la oficina del fiscal general de Alabama, Steve Marshall, sobre el uso de nitrógeno. Es un método que se ha utilizado en eutanasia, pero los expertos utilizados por la defensa de Smith han advertido que tendrá muchos riesgos en el caso de una ejecución forzosa y con el uso de una mascarilla, que puede acabar en escapes de gas y en una ejecución dolorosa y lenta.
La ejecución de Smith con este nuevo método ha renovado el debate sobre la pena de muerte en EE.UU., donde sigue siendo legal en 21 de los 50 estados del país (en otros seis es legal, pero está suspendida). Las ejecuciones fallidas y la negativa de las farmacéuticas a proveer fármacos letales ha supuesto una caída en las ejecuciones. El año pasado se realizaron ejecuciones en solo cinco estados, el número más bajo de las últimas dos décadas.
Los problemas en llevar a cabo ejecuciones han llevado a que algunos vuelvan en el tiempo para cumplir con la pena de muerte: el año pasado, Idaho aprobó la utilización de pelotones de fusilamiento.
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