Tres hombres han comparecido este martes ante un tribunal en Sudáfrica acusados de matar a dos mujeres y posteriormente arrojar sus cuerpos a los cerdos a una granja en la localidad norteña de Limpopo (Sudáfrica). El propietario de la hacienda, Zachariah Johannes Olivier, de 60 ... años, el supervisor Adrian Rudolph de Wet, de 19 años, y el empleado William Musora, de 45 años, enfrentan dos cargos de asesinato premeditado, intento de asesinato y posesión de un arma de fuego sin licencia. Y otro ciudadano, de Zimbabue, se afronta a una expulsión por estar ilegalmente en el país.
Las dos mujeres allanaron la granja de Olivier el pasado mes de agosto cuando vieron que un camión de una empresa láctea arrojó productos vencidos, lo que les llevó a invadir la propiedad privada para poder recolectarlos. Fueron asesinadas a tiros tras ser avistadas dentro de la parcela.
El marido de una de las víctimas, que resultó herido tras lograr entrar con ellas, fue él quien dio la voz de alarma tras conseguir escapar del lugar arrastrándose por una carretera hasta que recibió ayuda para ser llevado a una comisaría y alertar a la policía. Le trasladaron a un hospital donde permaneció ingresado varios días: «Cuatro o cinco días después, cuando todavía estaba en el hospital, me enteré de que habían encontrado los cuerpos de ellas en la pocilga. No esperaba que eso ocurriera, durante todo ese tiempo pensé que mi esposa estaba en el hospital. Me dolió mucho enterarme de ello», dijo al diario local sudafricano 'IOL' tras recibir el alta hospitalaria.
Los agentes acudieron hasta el lugar de los hechos y confirmaron que los cuerpos de las dos mujeres, de 47 y 34 años, estaban en una pocilga descompuestos. Este macabro acontecimiento ha causado gran indignación en el país, hasta la ministra de la Presidencia las Mujeres, Jóvenes y Personas con Discapacidad, Sindisiwe Chikung, acudió este martes hasta los tribunales pare presenciar el jucio.
Varios partidos políticos han protestado frente al juzgado de Mankweng, donde se está llevando el caso, pidiendo que se les denigue la libertad bajo fianza, como pide la defensa, y se les aplique la pena más severa posible.
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