Un exjugador de fútbol americano, una estudiante de enfermería y un padre «lleno de vida»: algunas de las víctimas del atropello de Nueva Orleans

Tiger Bech, un exjugador de fútbol americano en la Universidad de Princeton, Nikyra Cheyenne Dedeaux, estudiante de enfermería, Reggie Hunter, un padre «lleno de vida» y Nicole Pérez, madre y «persona de buen corazón» fueron atropellados mortalmente en una de las calles más transitadas de Nueva Orleans, Bourbon Street, el corazón de su conocido barrio francés, cuando estaba cerrado al tráfico durante las celebraciones de Año Nuevo.

El responsable del atropello, Shamsud Din Jabbar, declaró haberse unido al Estado Islámico (EI) y que soñaba con participar en un grupo terrorista experto en actos sanguinarios, según ha informado la cadena de televisión CNN. Las autoridades encontraron una bandera del EI en su camioneta, las investigaciones se centran ahora en si hay vínculos terroristas, no obstante estas mismas pesquisas también siguen el rastro de una explosión de un Tesla Cybertruck frente a un hotel de Donald Trump en Las Vegas.

Aunque las autoridades aún no han desvelado las identidades de las víctimas mortales del atropello masivo, sí se van conociendo sus nombres gracias a las condolencias de sus más allegados. El exjugador de fútbol americano de la Universidad de Princeton, Tiger Bech de 28 años, era un chico «increíble» que llegó a tocar la «cima del mundo» y que le gustaba la caza y la pesca como relata su madre a la cadena de televisión CBS. Era hermano del receptor de Texas Christian University, Jack Bech, que le ha rendido un pequeño homenaje en sus redes sociales asegurando que ahora le acompañará en todo momento tras haber sido su inspiración. Tras sus estudios, Tiger Bech comenzó a trabajar en la bolsa de Nueva York.

Nikyra Cheyenne Dedeaux tenía toda una vida por delante a sus 18 años, tenía previsto comenzar sus estudios en enfermería en la escuela universitaria de Blue Cliff este 13 de enero, según ha confirmado su madre, que también es enfermera. En una publicación en sus redes sociales ha pedido que oren por ella y su familia.

Otra de las víctimas mortales es Reggie Hunter de 37 años, regentaba una tienda y tenía dos hijos, uno de 11 y otro de casi dos años. Su prima le ha descrito como un padre «lleno de vida» y que siempre estaba bromeando y sonriendo. Nicole Pérez también, de 27 años, también era madre soltera y una persona «de buen corazón». Trabajaba en un restaurante donde fue ascendida recientemente a gerente, su jefa contó a la agencia AP que Pérez estaba contenta y era una «muy buena madre» por sacar a delante a su hijo de cuatro años.