Un juez polaco huye a Bielorrusia para pedir «asilo político» a Lukashenko

El magistrado aprovechó la atención mediática para elogiar al mandatario bielorruso, Alexander Lukashenko, por «mantener la estabilidad». Además, durante su declaración, Szmydt instó a Varsovia a mantener buenas relaciones con Rusia y Bielorrusia y señaló que la influencia de 'Estados Unidos y Gran Bretaña' está llevando a su país a la guerra.

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El insólito suceso del juez huido ocupa un lugar destacado en la prensa local de Polonia. El editor adjunto del medio «Rzeczpospolita» y jefe del departamento jurídico, Tomasz Pietryga, se pregunta en un artículo de opinión si el juez tiene algún tipo «trastorno mental» o su extraña decisión «tiene raíces más profundas». «En el caso de un hombre que pide asilo político al brutal dictador Lukashenko, calumnia a su país en los medios bielorrusos y rápidamente da un vuelco a su vida, es razonable sospechar que ha perdido la cabeza», escribió Pietryga.

Las autoridades polacas han sido más directas en su evaluación sobre la acción de Szmydt. El ministro de Exteriores, Radosław Sikorski, escribió un demoledor mensaje en su cuenta de X, sentenciando que el ya ex magistrado es un «Traidor. La única pregunta es desde cuándo».

La Fiscalía polaca, según la información de la agencia Reuters, ya inició una investigación para determinar si el magistrado díscolo había estado realizando labores de espionaje contra su propio estado. Además, los servicios secretos polacos están determinando cuál es el alcance de la información confidencial que pudo manejar este juez. Szmydt emitió autorizaciones para acceder a información sobre secretos de la OTAN y la Unión Europea y tenía previsto hacer declaraciones sobre este caso el mes de junio.

El actual gobierno de Polonia encabezado por Donald Tusk ha iniciado un proceso de renovación judicial para retirar de primera línea a magistrados que, supuestamente, han promovido la agenda del PiS (Partido Ley y Justicia), la formación política del anterior gobierno. Tomasz Szmydt fue acusado de participar en una campaña del PiS, en 2019, de difamación contra otros jueces contrarios a la entonces formación gobernante.