El juez mantiene a la fiscal de Georgia, pero la causa contra Trump sale tocada

La decisión es una victoria para Willis, que podrá seguir adelante con su objetivo de sentar a Trump en el banquillo de los acusados. Pero deja su caso tocado: para empezar, porque el juez sí ha ordenado la expulsión del caso de Wade, que fue contratado por Willis como investigador jefe, para que la fiscal y su equipo sigan en la causa; y porque la imagen de Willis ha quedado dañada después de vistas combativas que dejaron muchas dudas sobre si la fiscal y su subordinado decían la verdad sobre su relación.

Scott determinó que los abogados de Trump y de sus aliados -hay 15 imputados en este caso- no consiguieron probar con suficiencia la existencia de un conflicto de interés que justificara la expulsión de Willis. Pero sí concedió que la relación con Wade daba una «apariencia inapropiada que infecta la actual estructura del equipo de acusación». Por lo tanto: o Willis y su equipo dejan el caso, o Wade se marcha.

De lo contrario «un espectador externo podría pensar razonablemente que la fiscal de distrito no está ejerciendo su juicio profesional independiente completamente libre de influencias comprometedoras. Mientras Wade permanezca en el caso, esta percepción innecesaria persistirá».

La principal acusación de los abogados de Trump es que Willis se aprovechó personalmente de la contratación de Wade: el sueldo de su subordinado, cerca de medio millón de dólares, le benefició a ella porque se iban de viajes de placer.

Una de las principales cuestiones que se trataron durante las vistas para decidir la continuidad o no de Willis era cuándo había comenzado la relación sentimental entre ambos. Según la versión de Willis y Wade, no arrancó hasta después de la contratación de Wade y acabó antes de que la fiscal interpusiera cargos contra Trump y sus aliados.

Pero los interrogatorios a ambos y las declaraciones de testigos dejaron muchas dudas al respecto, con amigos íntimos que declararon que esa relación había comenzado antes.

Sobre los gastos en los que incurrieron durante sus vacaciones y actividades de ocio, muchas veces costeadas por Wade, el subordinado dijo que Willis le había devuelto el dinero en metálico. Pero ninguno de los dos consiguieron mostrar documentación financiera al respecto para probarlo.

Pese a que Willis sobrevive al frente de la causa, la fiscal seguirá siendo objeto de ataques por parte de Trump y de sus aliados y está por ver qué impacto tiene en el juicio, que no se celebrará al menos hasta el verano.

La controvertida acusación recibió otro jarro de agua fría esta semana, después de que McAfee desestimara seis de los cargos interpuestos por Willis contra Trump por considerar que la fiscal no los había fundamentado con suficiente detalle.