MONNET & CO.
Rusia no está sola
Cuanto más se amplíe el bloque Brics y aumente su ambición, menos capacidad tendrá de actuar con unidad y eficacia
Una despedida agridulce
Operación Aurora
La cumbre de los países Brics en Kazán no va a dar lugar a un nuevo bloque que compita con Occidente. Es una amalgama demasiado heterogénea. Cuanto más se amplíe esta asociación y aumente su ambición, menos capacidad tendrá de actuar con unidad y ... eficacia. El encuentro ha servido sobre todo para ilustrar la falta de influencia occidental en muchos de los países participantes y la debilidad de las instituciones multilaterales clásicas. Sobre todo, ha sido un momento de gloria de Vladimir Putin, anfitrión y presidente de la reunión, una foto que demuestra al mundo cómo Rusia no sufre aislamiento alguno por haber invadido Ucrania. La asistencia de Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, como un actor secundario resulta difícil de explicar.
Cuando entramos en el tercer invierno de la invasión de Ucrania, está claro que las sanciones occidentales contra Moscú no han funcionado de modo suficiente. La economía rusa se ha orientado con rapidez hacia otras partes del globo. Sus exportaciones de gas a Europa han sorteado las prohibiciones y siguen llegando, bien a través de terceros países o como gas licuado. Este año cubren un total del 15% de la demanda del continente, que no quiere desengancharse ni experimentar nuevas subidas del precio de la energía.
La coalición de dictaduras a la que pertenece Rusia (China, Irán y Corea del Norte, un eje bien coordinado), ha aumentado su apoyo al esfuerzo bélico del gobierno de Moscú, con soldados, drones, tecnología, importaciones de energía y la difusión internacional de propaganda a favor de las tesis rusas. Rusia está muy presente en el Sahel mediante la venta de armas y la actividad de sus mercenarios.
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La Inteligencia surcoreana calcula que hay unos 3.000 militares en Rusia y que serán 10.000 en diciembre, pero casi todo su sueldo irá al Estado
En Siria ha llegado para quedarse, con el uso de bases en Latakia y Tartus. En otras partes del mundo influye a través de campañas de desinformación y su enorme capacidad de poner a prueba la ciberseguridad de gobiernos y empresas. La reunión de los BRICS+ solo confirma que el realismo descarnado de Putin es bien visto fuera de Occidente. Incluso en Europa tiene imitadores y partidarios, aunque no hayan viajado a Kazán.
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