La izquierda italiana elige por primera vez a una mujer, Ethel Schlein, como líder del PD

Schlein, con ciudadanía italiana, estadounidense y suiza, feminista, antiliberal y bisexual según ha explicado ella misma, ha ganado las primarias con el 54 por ciento de los votos frente al favorito, que era Stefano Bonaccini, 56 años, presidente de la región Emilia-Romaña, que obtuvo el 46 por ciento. A las urnas acudieron poco más de un millón de electores.

Cabe destacar que Bonaccini fue el ganador entre los inscritos del PD. Pero en la votación del domingo las urnas estaban abiertas para todas las izquierdas. Es decir, además de los inscritos del PD, votaron desde los verdes, a los radicales, pasando por el Movimiento 5 Estrellas. Muchos de estos votantes han elegido a Schlein porque, frente al pragmatismo y el socialismo liberal de Bonaccini, propugna una política más radical, muy dura contra la primera ministra, Giorgia Meloni, con el objetivo de hacer una oposición muy intransigente contra la mayoría de las derechas.

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El liderazgo de Elly Schelin en el principal partido de las izquierdas supone una revolución en la política italiana, según diversos analistas, porque, por primera vez en la historia de la república italiana, al frente de los progresistas hay una mujer. Schlein ha basado su victoria apostando por la defensa de los derechos en sus más diversos campos, desde las personas LGBTQ+, a los inmigrantes, con apoyo decidido a los jóvenes y una batalla importante por la emergencia climática. Esto ha motivado que muchas personas que no han votado en las últimas elecciones, sobre todo las nuevas generaciones, alejadas de la política, en este domingo decidieron acudir a las urnas porque han visto en Elly Schlein una novedad.

Otro factor que, sin duda, ha influido en el electorado de las izquierdas ha sido el efecto Meloni. El gran éxito que tuvo la líder de Hermanos de Italia en las elecciones generales del 25 de septiembre y hace dos semanas en las regionales, ha llevado a muchos electores de izquierda a apostar para que, por primera vez, una mujer asuma el liderazgo de los progresistas frente a la primera ministra. Precisamente, las primeras palabras tras su victoria fueron para hablar de «revolución» y presentarse como la anti-Meloni: «Hemos hecho una pequeña gran revolución juntos. El pueblo democrático está vivo y está listo para levantarse, con un claro mandato de cambio». «Seremos un gran problema para el Gobierno de Giorgia Meloni -añadió la nueva secretaria del PD-. A partir de hoy, haremos una contribución a la organización de la oposición al parlamento y en todo el país para defender a los pobres que el Gobierno golpea y no quiere ver».